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sábado, 30 de marzo de 2013


CONTRATAPA - de pagina12-30/03/13

La realidad vergonzante








 Por Osvaldo Bayer
El lunes pasado asistí, aquí en Buenos Aires, a uno de los actos más plenos de coraje y constructivos de los que he vivido en mi larga vida. El realizado en la Comisión Nacional de Valores, en la calle 25 de Mayo, plena de bancos y de vida financiera y de negocios. Se presentó allí un informe acerca de “Economía política, sistema financiero y dictadura”. Por primera vez una investigación a fondo de los delitos económicos cometidos por la última dictadura militar. Delitos que beneficiaron a militares y a los civiles colaboracionistas de la dictadura, casi todos ellos, empresarios de gran fuste. Sí, por primera vez se investiga este aspecto de la última dictadura que, a la vez que hacía desaparecer a seres humanos, se quedaba, en el caso de empresarios, con su fortuna, sus propiedades, sus acciones. Como digo siempre: en mis 86 años he conocido trece dictadores. Todos ellos, después de finalizar su poderío murieron pacíficamente en sus domicilios, gozando de sus sueldos de generales y almirantes y, por supuesto, de sus títulos militares. Esta es la primera vez que los dictadores y sus secuaces están en cárceles comunes y se investigan los delitos económicos cometidos durante sus mandatos. La única vergüenza para la Etica ha sido que Martínez de Hoz, el secuaz más penetrante de ese período de violencia e injusticia, murió en su edificio, el más lujoso de Buenos Aires, el Cavanagh. Y aquí la pregunta es: por qué si las cárceles argentinas todas tienen instalaciones médi-
cas no se lo envió a una de esas enfermerías carcelarias. No, Martínez de Hoz murió en su cama y en su edificio de aristócrata.
Pero vayamos al informe de la Comisión de Valores. Ese informe fue elaborado por tres profundos investigadores: Celeste Perosini, Walter Bosisio y Bruno Napoli. En la edición del domingo pasado de Página/12, Alejandra Dandán hace un profundo análisis de este informe. Y con esta nota quisiéramos ahondar en dar datos sobre el doloroso y patético proceso que debieron sufrir los empresarios Alejandro y Carlos Iaccarino, dos hombres que trataban de establecer un sistema menos explotador y más coherente, en cuanto a la distribución de bienes en torno de sus obreros y el cuidado de la naturaleza. Dos aspectos muy mal vistos por los empresarios clásicos y por la línea económica llevada a cabo por Martínez de Hoz y apoyada por las tres armas de la Nación.
Es increíble: todo está demostrado en actas oficiales y de los juzgados. Nada se puede desmentir. Los hermanos Iaccarino poseían una empresa lechera en Santiago del Estero. Su forma de administración era bien distinta a las demás empresas que dominaban el mercado. Eliminaban las intermediaciones, trataban directamente con los productores, a los cuales se les pagaba más, y con los obreros se mantenía un diálogo perfecto conformándose los empresarios con ganancias más bien modestas pero que les llenaban de orgullo frente a las fortunas de la competencia. Por supuesto, esto no fue soportado por los poderosos que tenían contactos con el jefe supremo de la Economía, Martínez de Hoz.
Los tres hermanos fueron detenidos el 4 de noviembre de 1976, acusados de conspirar contra los bienes de la Nación. Comenzó el martirio. Los hermanos Alejandro, Carlos y Rodolfo Iaccarino estuvieron en nueve centros clandestinos de detención y en catorce centros de detención oficiales. Sufrieron torturas de toda clase. Alejandro nos relata lo que es soportar la picana eléctrica en todos sus matices y el estar “colgados” mientras se les practicaban esas torturas. Lo que perseguían los torturadores era que renunciaran a sus propiedades y se alejaran para siempre de las zonas en las que desarrollaban sus tareas. Hasta que todo culminó con lo que perseguían sus enemigos económicos: la renuncia a sus empresas y propiedades. Parece increíble. Pero todo se hizo legalmente: vino la escribana a la cárcel y también quienes exigían quedarse con todo. Ahí se levantó el acta, de la cual tienen una copia dada por la escribana oficial. Dice el acta: Escritura Número 210, en la ciudad de Avellaneda, a once de noviembre de 1977, ante mí, Lía M. Cuartas de Caamaño, escribana titular del registro No. Uno de este partido y a solicitud de los requirientes me constituyo en la Brigada de Investigaciones de Lanús, con asiento en Avellaneda... etc. Y allí les dan el poder a dos personas que podrán vender al precio que ellos indiquen las propiedades de sus posesiones en Santiago del Estero. Tal cual, con nombres y apellidos. La pregunta es: ¿cómo una escribana pudo soportar que a dos presos del Poder Ejecutivo se les obligue a firmar en ese centro de detención conocido como El infierno? Esa señora escribana sigue ejerciendo su profesión ahora, como si nada hubiese pasado. Sí, esa acta fue firmada con la condición de salvar sus vidas y terminar con los tormentos. Cuando salieron de la cárcel habían perdido todas sus pertenencias.
Hay un detalle todavía más increíble: dos de los empresarios enemigos de los hermanos Iaccarino, Bruno Chezzi, presidente de las empresas Equino Química y de la compañía de Tierras y Hoteles de Alta Gracia, y otro empresario, Vicente García, quienes eran los que habían movido a Martínez de Hoz en contra de los hermanos, acompañaron a la escribana en esa oportunidad, para ayudar a convencer a las víctimas de firmar porque si no sus vidas peligraban definitivamente. O entregaban todos los bienes o terminaban en el Río de la Plata tirados desde aviones de la Marina. Como era costumbre.
Esto ocurrió en la Argentina. La misma que tiene un papa, una reina con corona y un rey de la redonda. Y los peores crímenes de la humanidad. De una crueldad inaudita. Permitidos y ordenados desde el poder. Nuestros militares, nuestra policía pero también nuestros empresarios, es decir, también nuestros civiles, los políticos que aceptaron sonrientes ministerios y otros cargos y que hoy viven y pasan su vejez muy tranquilos en sus countries. Y obispos que daban la comunión en la Catedral a los desaparecedores. Un período donde reinó la malicia y lo peor del ser humano: la crueldad extrema. Los hermanos Iaccarino colgados y sometidos a la picana eléctrica para que dejen sus propiedades a los del poder. Un tiempo que nuestros nietos no comprenderán jamás.
Los hermanos Iaccarino tendrían que ser paseados oficialmente por todas las ciudades y pueblos del país, por todas sus universidades, por todos sus centros culturales para que relaten sus experiencias de empresarios que habían cometido el pecado de desafiar a las grandes empresas con un nuevo método de comerciar, más humano y más democrático. El 20 de abril comienza el juicio contra sus últimos represores de El infierno y sobre cómo allí debieron renunciar a todas sus propiedades ante una escribana oficial. Ojalá que también se haga el juicio con los empresarios que se prestaron con la dictadura de la de-saparición de personas para engrandecer su poderío eliminando a la competencia. Por fin: juicio a los civiles y uniformados que faltaron de esa manera tan atroz a la dignidad humana.

Mas información:

lunes, 25 de marzo de 2013

Haciendo referencia a Horacio Verbitsky



Soledades







 Por Juan Gelman
Siempre me ha llamado la atención la capacidad argentina de crear soledades. Monumentales, como cuando se prohibió al peronismo participar en varias elecciones presidenciales. O individuales, hoy en torno de Horacio Verbitsky porque insiste en la verdad de los costados oscuros del papa Francisco cuando todo el mundo, empezando por la señora Presidenta, se los limpia. Como nuestro Premio Nobel de la Paz, que sustituye lo que supo por absoluciones que huelen a rigor mortis de la ética, cualquiera fuere su color. José Luis Mangieri tenía razón: la Argentina es un país de antropófagos. De sí mismos.
Conocí al nuevo Papa cuando era obispo en circunstancias en que yo recurría a todos los medios posibles para saber qué había sido de mi nieta o nieto nacido en cautiverio. Corrían los años ’90. Que había una hija o hijo de mi hijo lo supe en 1978 por el padre Fiorello Cavalli, un jesuita encargado del Cono Sur en la Secretaría de Estado del Vaticano. El padre Cavalli se interesó verdaderamente por el problema y preguntaba a todos los obispos argentinos que llegaban a Roma si sabían algo del tema. Nadie sabía nada.
Con ese antecedente, acepté la propuesta de mi querida y excelente abogada penal Alicia Oliveira, muy amiga de Bergoglio, como lo ha subrayado no hace mucho, de entrevistarlo para exponerle la situación e interesarlo en la averiguación de datos que podrían llevarme a encontrar a mi nieta o nieto. Nos recibió en la Catedral muy cordialmente pero, en síntesis, su respuesta fue que no podía hacer nada. Refiero el hecho porque es verdad lo que el ya arzobispo Bergoglio declaró ante la Justicia argentina: que yo había ido a verlo para que me ayudara a encontrar a la hija o hijo de mi hijo, su único legado. En esa audiencia judicial señaló también que había hecho gestiones con ese fin y que me había comunicado que no obtuvo resultados. Lo primero no me consta, lo segundo no es cierto. Nunca volví a ver al arzobispo Bergoglio y por ninguna vía supe de sus presuntas gestiones ni de su falta de éxito.
Narro este episodio no por su importancia, sino porque es cierto lo que nuestro Premio Nobel de la Paz dijo en 2005. Habló de la ambigüedad de Bergoglio y rogó al Espíritu Santo que no lo eligieran Papa en ese conciliábulo cardenalicio. Bueno. El tiempo pasa con su escoba de olvidar y algunos la agarran. No es difícil barrer los recuerdos que las circunstancias tornan molestos.
Fuente
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-216520-2013-03-25.html

viernes, 22 de marzo de 2013

El cuento del buen papa x Martín Caparrós



El cuento del buen papa


Por: Martín Caparrós | 18 de marzo de 2013


La Argentina se empapó. Mojada está, húmeda de gusto por su papa. Hace días y días que nadie habla de otra cosa o, si alguno sí, lo relaciona: papa y los diputados, fútbol y papado, papas y dólar blú y más papas, sus tetas operadas y el celibato de los papas. La Argentina reboza de gozo, se extasía ante la prueba de su éxito: seguimos produciendo íconos, caras para la camiseta universal. Habemus papam era una voz extraña, y en una semana se ha convertido en un justo lema de la argentinidad: tenemos papa –nosotros, los argentinos, tenemos papa. La figura más clásica de la tilinguería nacional, el Argentino Que Triunfó en el Exterior, encontró su encarnación definitiva: si, durante muchos años, Ernesto Guevara de la Serna peleaba codo a codo con Diego Armando Maradona, ahora se les unió uno tan poderoso que ni siquiera necesitó morirse para acceder al podio. Cada vez más compatriotas y compatriotos se convencen de que era cierto que Dios –al menos ese dios– es argentino.
Así las cosas, más papistas que el papa, el nuevo ha despertado aquí cataratas de elogios: que es humilde, que es bueno, que es modesto, que es muy inteligente, que se preocupa por los pobres. Sus detractores, sin embargo, no ahorran munición gruesa: algunos llegaron incluso a decir que era argentino y peronista. Y otros, más moderados, kirchneristamente basaron sus críticas en sus acciones durante aquella dictadura -y discutieron detalles. Como si no bastara con saber que, como organización, la iglesia de la que el señor Bergoglio ya era un alto dignatario apoyaba con entusiasmo a los militares asesinos.
Los críticos, de todos modos, no consiguieron unanimidad; algunos dicen que lo que hizo no fue para tanto, otros lo minimizan con un argumento de choque: que él es otro, ya no Jorge Bergoglio sino alguien distinto, el papa Francisco. Suena tan cristiano: el bautismo como renacimiento que deja atrás la vida del neófito; lo raro es que lo dijeron aparentes filósofos tan supuestamente ateos y materialistas como el candidato Forster. Y todos debatieron a qué políticos o políticas locales iba a beneficiar el prelado y su anillo a besar o no besar: me parecen pamplinas.
En el terreno nacional lo que me preocupa –lo escribí hace unos días en un diario– es el shock de cristiandad que vamos a sufrir los argentinos. Temo el efecto que este inesperado, inmerecido favor divino puede tener sobre nuestras vidas. No me refiero al hartazgo que a mediano plazo –en dos o tres días– pueda causar la presencia de Bergoglio hasta en la sopa; hablo del peso que su iglesia siempre intenta ejercer, ahora multiplicado en nuestro país por el coeficiente de cholulismo nacional que nos hizo empezar a mirar tenis cuando Vilas ganó algún grand slam, basket cuando Manu Ginobili, monarquías europeas cuando la holando-argentina se transformó en princesa.
Lo sabemos: la iglesia católica es una estructura de poder basada en fortunas tremebundas, millones de seguidores y la suposición de que para complacer a esos millones hay que escuchar lo que dicen sus jefes. La iglesia católica usa ese poder para su preservación y reproducción –últimamente complicadas– y para tratar de imponer sus reglas en esas cuestiones de la vida que querríamos privada y que ellos quieren sometida a sus ideas.
Así fue como, hace 25 años, se opusieron con todas las armas de la fe a ese engendro demoníaco llamado divorcio, que solo pudo establecerse cuando el gobierno de Alfonsín se atrevió por fin a enfrentar a la iglesia católica -y el mundo siguió andando. También intentaron oponerse a la ley de matrimonio homosexual hace un par de años, pero estaban de capa caída y no pudieron. Ahora, un papa argentino va a pelear con uñas y dientes y tiaras para evitar que un gobierno argentino tome medidas que podrían ser vistas como precedentes por otros gobiernos y sociedades regionales: el nuevo código civil, la fertilización asistida y, sobre todo, la legalización del aborto retrocedieron esta semana cincuenta casilleros. Y eso si no se envalentonan e intentan –como en España– recuperar el terreno ya perdido.
Pero peor va a ser para el mundo. El señor Bergoglio parece un hombre inteligente y parece tener cierto perfil vendible que puede ayudarlo mucho en su trabajo. Lo acentúa: cuando decide ir de cuerpo presente a pagar la cuenta de su hotel no está pagando la cuenta de su hotel –que puede pagar, un suponer, con su tarjeta por teléfono–; está diciendo yo soy uno que paga sus cuentas de hotel, uno normal, uno como ustedes. Uno que hace gestos: uno que entiende la razón demagógica y cree que debe hacer gestos que conformen el modo en que debemos verlo. Uno que, además, sirve para definir el populismo: uno que dice, desde una de las instituciones más reaccionarias, arcaicas y poderosas de la tierra, una de las grandes responsables de las políticas que produjeron miles de millones de humildes y desamparados, que debemos preocuparnos por los humildes y los desamparados.
Peor para el mundo. En estos días, demócratas y progres festejan alborozados la resurrección de un pequeño reino teocrático: la síntesis misma de lo que dicen combatir. La iglesia católica es una monarquía absoluta, con un rey elegido por la asamblea de los nobles feudales que se reparten los territorios del reino para que reine sin discusiones hasta que muera o desespere, con el plus de que todo lo que dice como rey es infalible y que si está en ese trono es porque su dios, a través de un “espíritu santo”, lo puso. La iglesia católica es una organización riquísima que siempre estuvo aliada con los poderes más discrecionales –más parecidos al suyo–, que lleva siglos y siglos justificando matanzas, dictaduras, guerras, retrocesos culturales y técnicos; que torturó y mató a quienes pensaban diferente, que llegó a quemar a quien dijo que la Tierra giraba alrededor del Sol –porque ellos sí sabían la verdad.
Una organización que hace todo lo posible por imponer sus reglas a cuantos más mejor y, así, sigue matando cuando, por ejemplo, presiona para que estados, organismos internacionales y oenegés no distribuyan preservativos en los países más afectados por el sida en África –con lo cual el sida sigue contagiándose y mata a miles y miles de pobres cada año.
Una organización que no permite a sus mujeres trabajos iguales a los de sus hombres, y las obliga a un papel secundario que en cualquier otro ámbito de nuestras sociedades indignaría a todo el mundo.
Una organización de la que se ha hablado, en los últimos años, más que nada por la cantidad de pedófilos que se emboscan en sus filas y, sobre todo, por la voluntad y eficacia de sus autoridades para protegerlos. Y, en esa misma línea delictiva, por su habilidad para emprender maniobras financieras muy dudosas, muy ligadas con diversas mafias.
Una organización que perfeccionó el asistencialismo –el arte de darle a los pobres lo suficiente para que sigan siendo pobres– hasta cumbres excelsas bajo el nombre, mucho más honesto, de caridad cristiana.
Una organización que se basa en un conjunto de supersticiones perfectamente indemostrables, inverosímiles –“prendas de fe”–, solo buenas para convencer a sus fieles de que no deben creer en lo que creen lógico o sensato sino en lo que les cuentan: que deben resignar su entendimiento en beneficio de su obediencia a jefes y doctrinas: lo creo porque no lo entiendo, lo creo porque es absurdo, lo creo porque los que saben me dicen que es así.
Una organización que, por eso, siempre funcionó como un gran campo de entrenamiento para preparar a miles de millones a que crean cosas imposibles, a que hagan cosas que no querrían hacer o no hagan cosas que sí porque sus superiores les dicen que lo hagan: una escuela de sumisión y renuncia al pensamiento propio –que los gobiernos agradecen y utilizan.
Una organización tan totalitaria que ha conseguido instalar la idea de que discutirla es “una falta de respeto”. Es sorprendente: su doctrina dice que los que no creemos lo que ellos creen nos vamos a quemar en el infierno; su práctica siempre –que pudieron– consistió en obligar a todos a vivir según sus convicciones. Y sin embargo lo intolerante y ofensivo sería hablar –hablar– de ellos en los términos que cada cual considere apropiados.
En síntesis: es esta organización, con esa historia y esa identidad, la que ahora, con su sonrisa sencilla de viejito pícaro de barrio, el señor Bergoglio quiere recauchutar para recuperar el poder que está perdiendo. Es una trampa que debería ser berreta; a veces son las que cazan más ratones.

SOBRE EL AUTORMartín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es escritor y periodista, premios Planeta y Rey de España. Su libro más reciente es Los Living, premio Herralde de Novela 2011.

jueves, 21 de marzo de 2013

Hermano Sol, Hermana Luna

NO ES LA INOCENCIA QUE PROCLAMAN
NI EL VESTIR PRETENCIOSO
DE PUREZA INMACULADA
DE LA NADA
EL DEVENIR VICIOSO
ASOMA EXULTANTE CUANDO LLAMAN
CAMPANADAS DE TORRES QUE HASTA AYER
NADA MAS QUE LAS HORAS SEÑALABAN
VUELVEN LOS HERALDOS NEGROS CUAL OTRORA
CON EL OSCURANTISMO QUE ASOLABAN
Y HAY QUE VER
COMO LA PASCUA SE TRANSFORMA EN HIEL
Y EL TERRITORIO QUE PALMO A PALMO SUPIMOS CONSEGUIR
LA MEMORIA NOS VUELVE A SER INFIEL
LA MISMA MAREA DEL BARCO Y TIMONEL
LOS ESPEJOS, LA MAGIA, EL ELIXIR
LOS CONQUISTADORES
Y ADHONOREN
HAZ DE CUENTA QUE TENEMOS QUE ELEGIR
AQUELLOS QUE NOS VENDEN  COMO ESCLAVOS
CONTRA LOS OTROS QUE NOS VIENEN A EXTINGUIR
VER, OIR
DESCIFRAR LAS SEÑALES
DESENTRAÑAR LA LID
EL ADALID
EL HERMANO SOL Y HERMANA LUNA
LOS DOS BEBIENDO LA MISMA LECHE Y EN LA MISMA CUNA
VIENE POR LO QUE ALUMBRAMOS
Y NO ES LO QUE ESPERAMOS.










sábado, 16 de marzo de 2013

La Orquídea de Manchuria - Li Xiang Lan


La Orquídea de Manchuria



 Por Juan Forn - Página12-Contratapa1503/2013

Según el dicho, las mujeres más hermosas de la China venían de Shanghai. Pero las mujeres más hermosas de Shanghai, en la intimidad, confesaban que las verdaderas bellezas chinas eran todas de Munkden. Munkden era la capital de Manchuria, ese territorio indomable entre Rusia y Mongolia donde supo estar la capital del imperio chino hasta que la mudaron al sur, a Pekín, y comenzó la decadencia. En 1931, Japón había invadido Manchuria con la idea loca de quedarse con toda China y crear un imperio panasiático. Parte decisiva de ese plan era la propaganda, y herramienta básica de esa propaganda era el cine. La orden del día era hacer películas que fascinaran a los japoneses con China y fascinaran a los chinos con el invasor, y proyectarlas hasta el cansancio en los cines de uno y otro lado. Era un engendro, al servicio de otro engendro, pero en una de esas películas apareció una belleza de Munkden cantando una canción llamada “Noches de Shanghai”, de la que se enamoraron al instante todos los chinos y todos los japoneses de la época: hubo un momento en que PuYi, el emperador títere, la tarareaba en la Ciudad Prohibida; Chang Kai Shek hacía lo mismo en las provincias nacionalistas, Mao en los territorios ocupados por los rojos y hasta el propio Hirohito, al otro lado del mar, sonreía al escucharla por la radio japonesa. El japonés que despreciaba al chino, el chino que odiaba al japonés, el nacionalista que odiaba al comunista, el comunista que quería barrerlos a todos, no había ninguno que no se descubriera sonriendo beatíficamente al oír cantar a esa jovencita que los chinos llamaban Li Xiang Lan, los japoneses Ri Ko Ran, y en sus documentos de identidad, guardados bajo siete llaves, respondía al nombre de Yoshiko Yamaguchi.
Su acompañante en aquella película fue Kazuo Hasegawa, el actor más famoso de Japón, que en el teatro kabuki hacía papeles femeninos y, en el cine, de galán. En los descansos del rodaje, Hasegawa, como la gran dama de las tablas que era, le enseñó a su joven partenaire a ser mujer. Yoshiko tenía dieciséis años. Diagnosticada con tuberculosis, la habían mandado a aprender ejercicios de respiración con una soprano rusa que recaló en Mukden huyendo de los bolcheviques. La soprano le descubrió talento para el canto y le enseñó a desarrollarlo, tal como Hasegawa le enseñó la femineidad: simplemente haciendo aflorar lo que ella tenía adentro. Los ojos de Yoshiko eran de un tamaño casi insultante; no parecía ni típicamente china ni típicamente nipona. Para hacerla más misteriosa y atrayente, las autoridades habían preferido silenciar que era nacida en Japón, de padres japoneses llegados a Munkden cuando ella era pequeña (de ahí su nombre verdadero). Yoshiko fue Li Xiang Lan para los chinos y Ri Ko Ran para los japoneses durante toda la guerra, y sólo se salvó después de ir a la horca por colaboracionista, porque la ley china no podía juzgar por traición a una extranjera.
Cuando llegó a Japón en 1946 creyó que su vida estaba terminada, pero uno de sus fans llamado Akira Kurosawa la puso en una película (El ángel ebrio, con Toshiro Mifune), Samuel Füller la vio e hizo lo mismo en otra película, que fue a filmar a Japón (La selva de bambú, con Robert Stack) y Hollywood anunció el advenimiento de una nueva Madame Butterfly: sus puertas y las de Broadway se abrieron para ella y Japón la recibió como su hija pródiga. Ni siquiera les importó que se hubiera cambiado el nombre a Shirley Yamaguchi (“Siempre amé a Shirley Temple”), porque anunció otra noticia al volver: iba a casarse con el escultor Izamu Noguchi. Era el matrimonio perfecto para el nuevo Japón. Noguchi era el otro hijo pródigo recién llegado a la maltrecha patria. De padre japonés pero criado por su madre soltera en Estados Unidos, luego discípulo de Brancusi en París, Noguchi había encontrado la manera de unir la tradición milenaria japonesa con el arte moderno y volvía a Japón para hacerlo, empezando por el memorial a Hiroshima. El casamiento fue transmitido por televisión, Noguchi quiso una ceremonia a la antigua, diseñó él mismo hasta los kimonos y después se llevó a la novia a una casa de doscientos años, a vivir como se vivía en el viejo Japón. Duraron un suspiro: hasta que el proyecto de Noguchi fue rechazado por el comité de Hiroshima y Shirley se cansó de hacer de esposa japonesa entre paredes de papel, sin calefacción ni electricidad.
Su carrera en Hollywood nunca alzó vuelo, en Broadway pasó lo mismo: debut y despedida con el fallido musical Shangri-la. Yo-shiko dejó de ser Shirley y juró que nunca volvería a actuar (así como había jurado, diez años antes, nunca volver a cantar “Noches de Shanghai”). Pero no pudo con su genio: en los años ’60 le ofrecieron conducir un programa de TV. Se iba a llamar “Es un mundo raro y Yoshiko Yamaguchi nos informa de él desde la línea del frente”. Iba a las tres de la tarde, para amas de casa japonesas, pero eran los ’60: el mundo era Vietnam, las revueltas estudiantiles, los luchadores por la libertad. Micrófono en mano, desde el lugar de los hechos, Yoshiko lograba con su invulnerable candor confesiones que ningún otro periodista era capaz de obtener. La pasaron a horario central, entrevistó a Khadafi en Libia, a Arafat en Palestina, a Kim Il-sung en Corea, logró que una campesina vietnamita dijera a cámara, delante de un yermo incinerado por napalm: “Hace cientos de años que los extranjeros tratan de conquistar nuestra tierra. Para nosotros no hay diferencia entre ellos. Esta es la tierra de nuestros antepasados. No-sotros permaneceremos. Ellos se irán”. Sólo la voz que había cantado “Noches de Shanghai” era capaz de decir al aire en la televisión nipona: “Los japoneses debemos aprender de nuestro pasado y estar del lado de nuestros hermanos asiáticos contra los agresores extranjeros”.
Cuando la echaron de la TV entró en política, llegó al Parlamento, duró tres períodos seguidos como diputada hasta que se retiró para crear el Fondo de Reparación de Mujeres Asiáticas, un proyecto que puso los pelos de punta al mismo tiempo a feministas y reaccionarios en Japón, Corea, China y Taiwan. Yoshiko salió a pedir donaciones, el dinero era para dar a todas aquellas mujeres que durante la guerra habían sido “personal de consuelo”, es decir esclavas sexuales del ejército japonés en China. Sólo unas trescientas mujeres se atrevieron a recibirla. Yoshiko entregaba personalmente las reparaciones. Le tocó ir a China, adonde nunca se había atrevido a volver. En la ceremonia de entrega empezó pidiendo perdón a los chinos por su pasado, pero una de las ancianas que iba a recibir la reparación la interrumpió para referir un episodio que había visto con sus propios ojos cuando era “personal de consuelo”: luego de un combate con rebeldes chinos había quedado un tendal de soldados japoneses malheridos que hubo que subir a un tren en el que viajaba la Señorita Li Xiang Lan. Los heridos fueron acumulándose en cada espacio, era un coro atroz de lamentos y aullidos de dolor, ya era de noche y en el tren no había luces. De pronto, avanzando entre los cuerpos tirados, con una linterna sostenida con ambas manos contra el pecho y apuntándose a la cara, La Orquídea de Manchuria recorrió un vagón tras otro hasta calmar a todos cantando “Noches de Shanghai”.









jueves, 14 de marzo de 2013

Tashi Mannox - Homenaje a Tara Verde



Tashi es un inglés que comenzó su trayectoria en las artes y la meditación a la tierna edad de 11 años. Poco después de terminar su entrenamiento formal grado de arte, se convirtió en un monje budista tibetano en el orden Karma Kagyu. Durante los próximos 17 años estudió con un maestro tibetano de arte llamada Palden Sherab Beru, como aprendiz en el arte de la decoración elaborada templo y la caligrafía tibetana. En sus años finales como un monje, Tashi estudió con un maestro de las formas raras sánscrito antiguo, es decir, Lantsa y Wartu en Dharamsala. Desde el comienzo del milenio, Tashi ha estado activamente creativo de la caligrafía tibetana y la iconografía, establecido como un artista internacionalmente conocido.Este blog es para compartir conocimientos sobre los scripts relacionados tibetanos, la defensa de la integridad de su patrimonio ancestral, a través de una preocupación en la conservación y la preservación y comunicar Dharma; está muy en el corazón del trabajo de Tashi como artista.



Καλλιτέχνης Θιβετιανής καλλιγραφίας
Caligrafía tibetana artista:



http://inkessential.blogspot.com.ar/



Homenaje a Tara Verde







Un dibujo lineal encantador de Tara Verde
por el maestro del arte tibetanoPalden Sherab Beru.






La sílaba semilla Tam de Tara Verde, aquí sentado en una flor de loto abierta.

 





Esta oración de súplica corto a Tara que se puede repetir tanto como un mantra, normalmente recitado muchas veces al final de las alabanzas y 21 antes de que el actual mantra de Tara, que se muestra a continuación. 



Las oraciones se traduce como:

Jetsun Drolma Pagma estar atentos 
Protégeme de miedo y sufrimiento.

"Jetsun Drolma Pagma 'es el nombre tibetano de Tara Verde.








El mantra de Tara Verde en el guión Uchen: 


OM TARE tuttare ture svāhā





Mangalam .... Que todo sea auspicioso! !

RELACIONADOS CON SCRIPTS TIBETANOS








Auspiciosos buenos deseos
 para el nuevo año de la Serpiente de Agua Mujer
2013



༼ཆུ་མོ་སྦྲུལ་གནམ་ལོ་གསར་བཀྲ་ཤིས་བདེ་ལེགས་ཞུ༽








domingo, 10 de marzo de 2013

Una obra de arte hecha en ... 90 segndos

Posteo dos retratos de Charles White.
Más abajo, invito que vean este video.

Un concursante de Anderson's Viewers Got Talent aseguró que podía realizar una obra de arte en 90". Se van a asombrar al final...





Charles White   

http://www.artbarbarians.com/gallery2/a_main.asp?pagenum=13




sábado, 9 de marzo de 2013

El pájaro va a la procesión



El pàjaro va a la procesiòn
No tiene cura
No se puede estar en la iglesia y en la procesiòn
Al mismo tiempo
O sí ?
Si es un pàjaro cardenal y está procesado seguro que va
Pero el pàjaro es un Tordo
Se viste como los curas
Pero no tiene
Cura
Pronto morirà
Los Tordos no son bien vistos
Porque ellos para no ser vistos
Bien
Vuelan con las Golondrinas
Cuando van de aquì para allà festejando
El ocaso
Cuando por fìn el sol se esconde
He sabido luego que los Tordos siguen a las Golondrinas
Porque son sus hijos adoptivos
Los Tordos para asegurar su especie o por vagancia
Ponen sus huevos en los nidos de las Golondrinas
Y ellas los empollan creyendo que le son propios … o no?
Los alimentan al nacer hasta que se dan cuenta del tamaño
O los aceptan?
Van los Tordos a su àrbol particular
Junto a la iglesia
Nadie va a la iglesia de noche
Por eso nadie los molesta durante la noche
Solìa ir a la iglesia durante la noche
A sentarme en la escalera
Desde allì veìa casi todo mi pueblo

Nada me agradaba que haya gente merodeando
Cuando me disponìa a meditar ciertos asuntos
Para eso me servìa la iglesia
Me fue de gran utilidad
Puedo decir que he sido
Conspicuo feligrès noctámbulo
Y tampoco tenìa cura
Sabìa que morirìa sin remedio
Lo que no podìa hacer era dar esas vueltas y piruetas junto a las Golondrinas
Apenas si volaba al ras del suelo
Me llamaban el pàjaro sin patas
Pero despuès me crecieron
No las patas
Las ganas de volar mas alto
Logrè un dia volar por encima de una procesiòn
Recuerdo que eso produjo un gran enojo del cura
Y por ende, de los feligreses diurnos
Que el mismìsimo dia del Sagrado Corazòn
Hecharon unos leños debajo de mi àrbol particular
Y encendieron una gran fogata
El gigantezco àrbol estaba en llamas
Y la turva tambièn enardecida blasfemaba
En el mismìsimo dia del Sagrado Corazòn
Entonces la llama hablò
La gran llama dijo su sagrado mensaje
"Corazones teñidos por la calumnia y la arrogancia
Nunca lograran elevarse al Reino de los Cielos"
Pero no cundiò el espanto
El Reino de los Cielos no era el Reino de este mundo
Y todos aspiraban a ciertos privilegios
Pero por aquí  en los alrededores
Y ni siquiera esperaron que la brasas se apagaran
Se marcharon a sus casas que parecìan tumbas blanqueadas
A festejar su dia del Sagrado Corazòn
Unos cuantos Pájaros chamuscados no habràn de cambiar la historia
Pero me es propicio rendir un homenaje
A estos seres alados que en la hora del ocaso
Se mimetizan con las Golondrinas
Aùn sin saber por que lo hacen
O si lo saben ?
Aunque no logran la altura y la gracia de sus vuelos
Esas que se refrenan quedando quietas como una estrella negra
Aquellas que van tan alto que se pierden en la inmensidad
Digo :  Los Tordos de verdad que tienen plumas de pájaro

Los curas
Pronto tendrán cura
No para sanar el alma
Eso ya no tiene cura
Son almas moribundas
Elegirán un cura que puede ser Tordo o Cardenal
Pero nunca Golondrina

Y se dice que si eligen a un Tordo
El mundo se acabará en breve tiempo
Son capaces de hacerlo por el solo hecho de arruinarnos la fiesta
No han hecho mas que merodear por la vida en vuelo bajo


Danieladrián

domingo, 3 de marzo de 2013

El Sol como nunca lo vimos ...

El título viene del sitio original, y es casi imposible ponerle otra cosa a estas imágenes.
Quiero pensar como describir lo que siento al observar esto... y recurro a la chispa de los cordobeses:
Hay un chiste que cuenta que el marido regresa a su casa de imprevisto, y al entrar a la habitación se encuentra a su esposa con un hombre en la cama. 
- Qué hace este coso ahí !!
- Este coso - contesta la señora - se llama Mario, y es el que paga el alquiler y la escuela de los chicos, y el cable; y sigue abundando en detalles dejando al marido duro como gato que se topa con el perro del vecino.
Solo atina a responder : Bueno, fijate; tapale bien los pieses a ver si se resfría y no puede ir a laburar.

Cuando vi este video por primera vez, me quedé duro, como... Y si. Solo atino a responder : Que no se resfríe el solcito, a ver si mañana estornuda y se nos apaga de golpe.








Dal 2010 il Solar Dynamics Observatory, lanciato dalla Nasa nell’ambito del programma Living With A Star, studia il sole per comprendere come la sua attività condizioni la vita sulla Terra.
In particolare la missione del SDO, che durerà in tutto 5 anni, è quella di determinare come il sole genera i suoi campi magnetici e come quest’ultimi sono strutturati. Al di là degli importanti dati forniti dall’osservatorio spaziale, ciò che colpisce è la straordinaria bellezza delle immagini riguardanti le eruzioni solari catturate nell’ultimo triennio. Immagini che sono alla base di questo recente video messo insieme da SpaceRip, canale YouTube specializzato nei video che riguardano spazio e astronomia. Un sole così, insomma, non l’avete mai visto.