Programa Las Dos Campanas- Periodista Ortiz Verea. Polémica Tosco –
Rucci.
“Nuestra
experiencia nos ha enseñado que, sobre
todas las
cosas, debemos
ser pacientes, perseverantes
y decididos.
A veces,
pasan meses sin que nada aparente suceda. Pero si
se trabaja
con ejercicio de
estas tres cualidades,
la tarea
siempre
ha de fructificar, en una semana, en un mes, en un año.
Nada debe
desalentarnos. Nada debe dividirnos. Nada debe
desesperarnos.”
Agustín
Tosco
Material de : http://www.agustintosco.com.ar
Material completo : http://www.agenciaant.org/home/images/stories/DESCARGAS/tosco-rucci.pdf
16 de Febrero de 1973
Revista “Así”
FRENTE A FRENTE
AGUSTIN TOSCO Y JOSE RUCCI EN “LAS DOS
CAMPANAS”
Durante dos horas, José Rucci y Agustín Tosco se
enfrentaron por primera vez, cara a cara, para debatir sus posiciones en el
movimiento obrero argentino, cosa que habían hecho por medio de solicitadas y
declaraciones. Ambos expresaron los puntos de vista de dos tendencias, cuyas
bases de sustentación son las 62 Organizaciones y el Movimiento Nacional
Intersindical. A continuación, el texto íntegro del programa que el martes 13,
en “Las dos campanas”, televisó el Canal 11.
Conti, Rodolfo Pandolfi, Silvia Odoriz, Horacio
Salas y Pablo Giusiani, son los colegas periodistas que nos acompañan en el
programa.
Sofovich: Antes de entrar de lleno en el debate
quiero rendir un homenaje a la coherencia de los dos entrevistados. Tanto el
señor José Rucci como el señor Agustín Tosco, no perdieron la oportunidad de
aceptar públicamente este desafío de enfrentarse, dialogando uno con el otro, y
eso no se da en la vida pública Argentina muy común mente.
Conti: Rucci, las
diferencias que tiene con Tosco ¿son un problema de tipo ideológico, de tipo
personal, o ambas cosas a la vez?
Rucci: Quiero aclarar
que cuando se trata de debatir los grandes problemas del movimiento obrero, de
ninguna manera deben privar los problemas de tipo personal. Quiero decir que
este aspecto queda perfectamente aclarado. La diferencia está en la forma de
encarar el movimiento obrero en su conducción orgánica. Yo sostengo que el
movimiento obrero sindicalmente organizado se encuentra en la Central Obrera y
que las delegaciones regionales de todo el país deben a la Central Obrera
todas aquellas exigencias que le imponen los estatutos. En consecuencia, creo
que el compañero Tosco no está dentro de estos requisitos que, por supuesto, no
son míos sino de los congresos nacionales de la entidad madre, es decir, la CGT.
P.: Señor Tosco, ¿qué
puede decir al respecto?
Tosco: Nosotros
conceptuamos al movimiento obrero como una práctica eminentemente democrática,
como una democracia que surge de las bases. Sostenemos que todo compañero que
es representante de una organización obrera debe mirar más hacia las bases que
hacia la cúspide. Más hacia el contenido de lo que reclaman los trabajadores,
los sectores populares, que a las formalidades. Por otra parte, hemos dejado
bien en claro, siempre, que la CGT
de Córdoba, está dentro de la CGT
nacional. No pretendemos ni como CGT de Córdoba, ni como Movimiento Nacional
Intersindical, ni como Sindicato de Luz y Fuerza, constituir un ente paralelo a
la CGT. Lo
que sí reivindicamos es nuestro derecho a la crítica, nuestro derecho a ir
contra el burocratismo, nuestro derecho a que surja desde las bases, ya sea
desde la Capital
Federal o desde el interior el mandato a que nosotros nos
debemos. Si los trabajadores de Córdoba luchan, si los compañeros por los
problemas que padecen exigen plenarios de gremios confederados, nosotros, ¿qué
decidimos? pues ir a la lucha y realizar los plenarios confederados, todo por
la defensa de la clase trabajadora. Y eso es lo principal, y no estar al margen
de la Central Obrera ,
sino tener una Central Obrera similar a la CGT de Córdoba. Y eso es lo que nos guía a
nosotros...
P.: ¿Acaso José Rucci no
fue elegido casi por unanimidad en el seno de un Congreso de la CGT ?
Tosco: Nosotros hemos
cuestionado permanentemente una práctica en las organizaciones sindicales que
no permite la expresión auténtica de los trabajadores; hay sobrados ejemplos:
uno clásico como es el de la Unión Ferroviaria. De ahí que seguimos
insistiendo en que el mandato de las bases no se da en los Congresos de la CGT , sino en las bases mismas
que es donde actuamos y donde no hemos observado que la mayoría de los
dirigentes que están en la CGT
realicen esa práctica.
P.: Rucci, creo que la
posición de Tosco es bastante clara.
Rucci: Sí, clara pero no
compartida. Porque se supone que cualquier institución de bien público, en este
caso la CGT ,
tiene que regir su cometido a través de cartas orgánicas que son legisladas
precisamente por los representantes de los trabajadores. En consecuencia, esa
expresión, que puede causar mucho efecto, de consulta a las bases, es una
expresión que no cabe dentro de un movimiento sindicalmente organizado porque la CGT tiene Secretario, un
Consejo Directivo y un Comité Central Confederal.
P.: Concretamente,
¿usted está contra las bases o no?
Rucci: El Comité Central
Confederal es el conducto hacia las bases y, cuando la Central Obrera toma
una resolución, no es que la toma Rucci ni el Consejo Directivo, sino que es la
resultante de las resoluciones que toma el Comité Central Confederal, integrado
por todas las organizaciones sindicales del país.
P.: Sin embargo, el
señor Tosco acusa a la CGT
de no escuchar las críticas.
Rucci: ¿Y a usted le
parece que la CGT
no es criticada? La CGT
es un organismo que tiene setenta y cinco delegaciones regionales en el interior
del país. Desde que yo he sido el Secretario General, he sido el que más ha
convocado plenarios de las delegaciones regionales del interior. Jamás el
compañero Tosco se hizo presente una sola vez en la CGT para debatir este tipo de
problemas con sus pares.
P.: ¿Ustedes lo han
invitado?
Rucci: Por supuesto.
Todas las regionales deben concurrir a la CGT cuando son convocadas. Yo, honestamente,
todavía no he visto al compañero Tosco participar de un debate de los delegados
regionales del interior del país frente al Consejo Directivo.
P.: ¿Por qué se abstiene
usted de participar en esos debates?
Tosco: Porque nosotros
respondemos a las decisiones de las bases y de los cuerpos orgánicos. Los que
deciden quiénes deben concurrir al plenario de delegaciones regionales son los
compañeros cordobeses y a mí no me han designado hasta el presente, sino que
han designado a otros compañeros. Si me designaran vendría.
P.: El señor Rucci
señaló recién la verticalidad de la estructura de la CGT , pero la sospecha de que
esa verticalidad es burocrática se aumentó en muchos sectores, ante la idea de
que las grandes movilizaciones populares, incluyendo los episodios de Córdoba y
Mendoza, no surgieron de una decisión orgánica de la CGT ni del movimiento
sindical.
Rucci: ¿Me permite que
lo corrija? Lo de Mendoza no es exacto porque contó con el aval, el apoyo de la Central Obrera.
P.: Según mi
conocimiento es un aval a posteriori, cuando la gente ya estaba en la calle, el
Sr. Fiorentini de la CGT
de Mendoza, consultó por teléfono.
Rucci: Exacto.
P.: Y el episodio de
Córdoba fue previo a una decisión de la CGT. La impresión de mucha gente es que en la CGT no se puede resolver una
movilización ni pararla. Entonces surge la pregunta de ¿cuál es la estructura
vertical?
Rucci: No es exacto. La CGT en estos momentos está en
condiciones de paralizar el país si su estrategia, dentro del concierto
político que está viviendo el país, así lo señalara.
P.: ¿En la época de
Onganía también estaba en condiciones?
Rucci: En la época de
Onganía yo no era el Secretario de la CGT. Era un humilde dirigente de quinta
categoría.
P.: Si se obligara a que
el FREJULI no se presentara a elecciones, si fuera proscripto, ¿la CGT podría paralizar el país
en horas?
Rucci: Si el gobierno
adoptara un hecho de esa naturaleza, indudablemente se plantearían en el país
situaciones sumamente serias y graves. Y frente a esto yo no creo que ningún
argentino puede marginarse de expresarse dentro de los medios que considerare
más oportunos.
P.: Y usted, Tosco, ¿qué
haría en ese caso?
Tosco: Sería consecuente
como siempre, con la lucha de la clase obrera y el pueblo. Siempre, y
particularmente desde el 28 de junio de 1966, del golpazo de la dictadura de
Onganía, hemos luchado por la libre expresión política de la clase obrera y del
pueblo. Nosotros hemos luchado y hemos señalado desde el primer momento que
reivindicaremos el derecho político de los argentinos, general y no corporativo
y fascista como pretendía Onganía, de expresarse. Nosotros reivindicamos los plenos
derechos democráticos en los que están incluidos el general Perón y el FREJULI,
y en los que deberían estar incluidos aquellos que también están proscriptos de
esta elección tramposa, amañada, fabricada por la dictadura.
P.: ¿Al Partido
Comunista se refiere usted?
Tosco: Al Partido
Comunista y a todos aquellos argentinos que no estén proscriptos por las leyes
y el Estatuto de los Partidos Políticos. Nosotros no hacemos diferencia de
ningún tipo.
P.: Y ya que la elección
es fraudulenta como ha declarado usted, ¿piensa que hay que ir a la abstención?
Tosco: Hay distintos
caminos y nosotros no hacemos de esta elección una cuestión de vida o muerte.
Creemos en la lucha del pueblo, que está más allá de un día en que se pone una
boleta. Yo no planteo una abstención, incluso he dicho que respeto a todos
aquellos que desde dentro del proceso plantean un cambio a fondo, una
transformación revolucionaria de este sistema. De allí que de una u otra manera
nosotros siempre —tanto como contra los cinco puntos de la cúspide militar como
contra la proscripción del FREJULI o la de los compañeros peronistas— hemos de
luchar y estamos dispuestos a luchar y vamos a promover la lucha. Esperamos que
otros, que en general sostienen esos mismos criterios, también lo lleven a la
práctica. Seríamos nada más que consecuentes con nuestra práctica.
P.: Tosco, usted ha
formulado declaraciones en las que expresó su apoyo a la fórmula del FREJULI en
el ámbito provincial. ¿Cuál es su posición frente a la fórmula del Frente en el
ámbito nacional?
Tosco: Nosotros damos
nuestra identificación —y la doy personalmente— con la fórmula Obregón
Cano-López, porque queremos ser consecuentes con una línea de unidad combativa
que ha sido práctica en la CGT ,
de la cual es secretario general e compañero Atilio López, del peronismo y del
sector combativo, como también de otros sectores de izquierda. De ahí que no
podríamos reflejar en este proceso electoral otra actitud que nuestra propia
práctica, identidad y objetivos sancionados en el Plenario de Gremios
Confederados de la CGT
de Córdoba. En cuanto al orden nacional no tenemos el mismo concepto por la
propia composición del FREJULI, por la presencia de Solano Lima, por lo que
significa Frondizi, su Conintes, su entrega del petróleo. Y aún en este momento
debatimos con nuestros compañeros cuál ha de ser esa actitud, pero tenga la
seguridad de que ella ha de ser consecuente con nuestra trayectoria de unidad
combativa, de unidad de todas las fuerzas democráticas, populares,
revolucionarias y antiimperialistas de la Argentina.
P.: Yo creo que cabe
preguntarle lo mismo a José Rucci, es decir, que haga una definición concreta
acerca del Frente.
Rucci: Yo voy a recoger
la misma pregunta y si me permite daré la respuesta de un militante peronista y
de un trabajador. Nosotros los peronistas apoyamos un programa, al que lo
sostiene, el Frente Justicialista de Liberación. Ese es el programa que nace de
un movimiento, que es el Movimiento Peronista, y nosotros no podemos admitir
como valedero que esa filosofía solamente sea sostenida por determinados
candidatos, cualesquiera sean sus matices; tendrán que cumplirlo porque el
pueblo así se lo va a exigir. Otro tipo de planteo con respecto al Frente
constituiría un factor de perturbación al proceso que va a enfrentar ese sector
político.
P.: Rucci, usted ha
acusado a Tosco públicamente y en repetidas oportunidades de ser antiperonista.
¿Insiste en esa acusación?
Rucci: Insisto.
P.: ¿Usted Tosco se
considera antiperonista?
Tosco: Nosotros creemos
que hay sugestivos motivos por los cuales se quiere dividir al país en
peronistas y antiperonistas. Con el mismo derecho nosotros señalamos que la
división que debe hacerse no es así, sino entre quienes están consecuentemente
con la lucha del pueblo y quienes están con la entrega.
P.: Pero eso ya lo dijo
Perón...
Tosco:... Yo no soy
antiperonista, siento un gran afecto por muchos compañeros peronistas, convivo
con ellos y lucho con ellos. Y a su vez en perspectiva pretendo esa unidad
combativa con los compañeros peronistas, con las fuerzas de izquierda y
revolucionarias. Eso no está aquí, pero sí en la CGT de Córdoba y creemos que en el plano político
en general, por eso no nos detenemos en el 11 de marzo, porque la historia está
más allá de esa fecha y se construirá con todos los que hemos luchado juntos,
peronistas y no peronistas, radicales, marxistas, cristianos, ateos,
comunistas, se construirá de esta manera como se está construyendo en
Latinoamérica, pero no con alianzas que evidentemente le dan un carácter
espurio a ese programa.
P.: Correcto, Tosco,
pero usted se escapa un poco. Hace muy poco tiempo dijo: “Si nos proclamamos
socialistas no podemos tener un líder como Perón”. Quiere decir que usted está
marginado totalmente y al decir que siendo socialista no puede tener un líder
como Perón, está del otro lado.
Tosco: Si yo le hablo de
que debemos constituir una unidad combativa, la unidad popular, los líderes
serán todos aquellos que la...
P.: ¿A usted le gusta la
palabra “unidad popular”?
Tosco: A mí me gusta la
palabra “unidad popular”.
P.: ¿Al estilo de Chile?
Tosco: Sí, me gusta y
apoyo al gobierno de la
Unidad Popular que transita hacia el socialismo en la
república hermana de Chile. Y a todos los movimientos de liberación
latinoamericanos que levantan el socialismo, incluida Cuba.
P.: Y no tiene miedo a
cierto tipo de ententes que han hecho durante mucho tiempo los frentes
populares, como por ejemplo la Unión Democrática en 1945?
Tosco: Bueno, usted le
da ese nombre de “frente popular” a la Unión Democrática
no soy yo quien se lo está dando. Por otra parte, la historia está llena, en
todos lados, de imperfecciones y el propio pueblo va superando esas
imperfecciones y va a construir la unidad popular (se llame así o no se llame
así) de nuestro pueblo para liberarnos de la explotación de la oligarquía y de
las clases dominantes y del imperialismo. En eso tengo fe, para eso trabajo,
con la perspectiva histórica en que está planteada en Argentina y en
Latinoamérica.
P.: Señor, hace un
momento Rucci dijo que si se llegara a declarar o sacar del ámbito político al
FREJULI, se movilizaría la CGT.
Rucci: No dije tal cosa.
P.: Pero dio a entender
que se llamaría a la lucha pero mi pregunta va a otra cosa: ¿Por qué si la CGT se declara peronista no se
movilizó cuando se lo proscribió a Perón?
Rucci: Es muy difícil
poder aceptar para quien no es peronista, la estrategia que tiene el peronismo
dentro de los problemas políticos que se debaten en el país. Porque el
peronismo no es un partido político, es un movimiento que, como lo dijo el
compañero Tosco, tiene un líder, tiene mentalidad revolucionaria y si se encaja
como partido político es para enfrentar la batalla dentro de un proceso y
asumir el poder. Lo que implica que cuando se entre en este juego, se hace lo
que conviene por la sencilla razón de que una actitud emotiva, o una actitud
justificada, puede ser el factor o elemento que perturbe esa estrategia y no se
logre el objetivo.
P.: ¿Qué es la
revolución para usted, Rucci?
Rucci: La revolución es
la que se plasmó en 1946 cuando el peronismo, práctica- mente por sus votos,
barrió la alianza nefasta de la Unión Democrática.
P.: Pero con eso no la
define...
Rucci: Bueno la
revolución es. . . Es decir la revolución, mejor dicho una revolución creo que
no es ninguna novedad saber lo que es una revolución... Una revolución puede
ser cruenta o incruenta. La revolución es provocar el gran cambio que entierre
esta estructura que somete a los pueblos; estructuras que someten a los
trabajadores y que colocan al país en el terreno de la dependencia. Revolución
es liberación, la forma de encarar la revolución, la forma de llevarla y
concretarla, eso depende.
P.: Pero si usted dice
que la propiedad de los medios de producción debe ser de los particulares, del
Estado o del...
Rucci: No. La revolución
que sostenemos los peronistas no es la revolución de decir aquello que tenés
vos es mío y vos hoy no tenés nada. Es decir, acá, no se trata de apropiar
nada. Acá la revolución tiene que tener como objetivo fundamental el respeto a
la dignidad humana. Punto segundo: que el capital cumpla una función social y
se integre a las necesidades del país.
P.: ¿Usted entiende que
en los países socialistas no hay respeto por la dignidad humana?
Rucci: Si usted me dice
que Rusia es un país socialista yo le digo que es uno de los pocos países,
quizás el único en el mundo, donde el sindicalismo no existe. No hay libertad
sindical sino que los dirigentes son funcionarios del gobierno, lo que
implica...
P.: Le estoy hablando de
Cuba, Rucci.
Rucci: Bueno yo diría
que el fenómeno de Cuba es la lógica consecuencia que se plantea en el momento
en que vivimos.
P.: ¿Cuál es su posición
frente a Fidel Castro, pero concretamente sin tantas palabras?
Rucci: Soy un admirador de
la revolución cubana.
P.: ¿Adoptaría ese medio
para la Argentina ,
ese tipo de salida para el país?
Rucci: Yo apoyaría toda
revolución destinada a la liberación del pueblo.
P.: Entonces, ¿cómo
tendría que ser la liberación del pueblo en un futuro inmediato?
Rucci: La liberación del
pueblo en un futuro inmediato se puede dar a través del proceso que el
Movimiento Peronista ha optado: las elecciones. Lo que no implica de manera
alguna. . . que ese sea el único hecho idóneo para una revolución. Optamos por
el camino incruento. Hay un proceso que se gesta en el mundo que nada ni nadie
podrá detener.
P.: ¿Todos los
sindicalistas optan por ese camino o hay otros que están buscando la
conspiración para entenderse con un sector militar?
Rucci: En este aspecto
creo que lo fundamental para mí, por lo menos como Secretario General de la CGT , es mantener la vida
orgánica, y si algún dirigente ilusoriamente cree que él o algunos más pueden
torcer este proceso en el cual está empeñado el movimiento obrero, se equivoca.
P.: ¿Por la vía orgánica de la CGT se puede acceder al poder?
Rucci: Escúcheme. . . yo he
sido elegido.
P.: Al poder real del
Estado...
Rucci: Nosotros
entendemos que el movimiento obrero debe participar en el gobierno.
P.: ¿Pero no se plantea
nunca la toma del poder?
Rucci: Escúcheme,
permítame: la toma del poder puede ser a través de las elecciones. En 1946 se
concretó a través de las elecciones.
P.: Tosco, yo quiero
preguntarle ¿por qué cuando estuvo detenido rechazó los pedidos de libertad que
se hacían por parte de la CGT ?
¿Era porque los hacía Rucci?
Tosco: No. Nosotros no
aceptamos el pedido de libertad sino que reclamábamos la libertad (que después
la exigió el pueblo por nuestro caso) de todos los compañeros presos,
políticos, gremiales y estudiantiles, entre los cuales me encontraba yo. Y
porque nosotros, en este momento, no le pedimos a la dictadura la libertad de
los presos sino que luchamos. El paro que hemos hecho en la CGT de Córdoba; nuestros
pronunciamientos categóricos donde exigimos la libertad de todos los compañeros
presos, políticos, gremiales y estudiantiles, son elocuentes.
P.: Pero Rucci, como
máximo dirigente de la CGT ,
tenía la obligación de pedir por su libertad.
Tosco: Yo creo que la
obligación que tenía Rucci era la de luchar por nuestra libertad, no la de
pedirla. .
P.: ¿Por qué Rucci no
luchó por la libertad de Tosco?
Rucci: Yo quiero aclarar
que también he sido tirado a las mazmorras de las cárceles, yo también he sido
tirado a la bodega de un barco. En aquella oportunidad el compañero Tosco era
dirigente y yo no creo que haya hecho nada, tampoco por la libertad de los
presos que estábamos en aquella época, en 1955 y 1956.
P.: ¿Qué dice Tosco a
eso?
Tosco: Yo tengo el honor
de decir que jamás decliné la realización de un paro y siempre —y pongo como
testimonio a la clase obrera de Córdoba— estuve adelante, impulsando,
promoviendo la lucha por la libertad de los presos. Y en aquel momento
evidentemente, estábamos en la lucha y no tal vez con el conocimiento que hoy
tiene la gente de nuestra actitud, pero sí permanentemente estuvimos en la
lucha.
P.: Es decir, que usted
nunca ha claudicado...
Tosco: Yo creo que tengo
como el común de la gente errores e imperfecciones. Conscientemente jamás lo
haré.
P.: ¿Usted Rucci se
siente claudicante?
Rucci: Exactamente lo
mismo. Yo nunca he claudicado. No hay razones ni motivos para claudicar. Porque
en este momento en que se plantean tantos problemas al país, sería muy cómodo
irme de la CGT ,
pero asumo la responsabilidad y he tenido el gran honor de que los trabajadores
me hayan colocado al frente de la
CGT. Y ahí voy a estar.
P.: ¿Usted tiene algo
que ver con esa famosa frase que se le adjudica de que Tosco es el dirigente de
la triste figura? Ocurre que estamos portándonos como chicos buenos de colegio
cuando en realidad ustedes se han enfrentado realmente, con unas solicitadas
tremendas. Además, usted dijo, Rucci, que en el movimiento peronista había
infiltrado asquerosos bolches, aludiendo directamente a Tosco, Guillán y otros
dirigentes.
Rucci: No. ... No... Yo
puedo haber dicho eso, pero de ninguna manera ese tipo de calificativos o
agravios pueden haber sido dirigidos a determinadas personas, como el compañero
Guillán, porque es peronista. Está dirigido este calificativo a quienes
solapadamente se esconden detrás de un bombo o se infiltran en el movimiento
peronista, gente que nada tiene que ver con el movimiento obrero. Me parece que
he sido claro porque en ningún momento he mencionado nombres, por lo menos con
ese tipo de agravios.
P.: ¿Qué es infiltrarse
en el movimiento obrero? ¿Es gente que no piensa como usted?
Rucci: No... . De
ninguna manera.
P.: ¿Cree que se da en
el movimiento obrero la división peronista y antiperonista?
Rucci: No. El compañero
Tosco ha dicho una cosa con la que yo estoy completa- mente de acuerdo: “El
peronismo no es sectario”. Incluso el Partido Comunista en la época de Perón
tenía personería jurídica y votaba.
P.: Si es así, ¿por qué
usted los trata como asquerosos bolches?
Rucci: Porque todo aquel
que atenta contra la unidad orgánica del movimiento obrero que no es un invento
de Rucci, ni un invento de Tosco, sino un invento de los trabajadores, a través
de sus cuerpos orgánicos que se han organizado y tienen una central obrera. De
este modo quienes atenten contra esa unidad con slogan que nada tienen que ver
con los trabajadores, son infiltrados.
P.: Usted, Tosco, ¿cree que
atenta contra la unidad del movimiento obrero?
Tosco: ¿Cómo? ¿De qué forma
atento?
P.: ¿Usted acata la
autoridad de Rucci?
Tosco: Como directivos
de la CGT
nosotros acatamos resoluciones de los cuerpos orgánicos. Y cuando estamos en la
lucha siempre hemos cumplido. La
CGT de Córdoba jamás dejó de cumplir un paro.
P.: Usted no me contesta
la pregunta.
Tosco: Es que Rucci no
es el dueño de la CGT. No
hay máxima autoridad para nosotros. Sólo hay cuerpos orgánicos democráticamente
constituidos y todas las resoluciones se dan en ese carácter que es lo único
que respetamos. Córdoba jamás ha dejado de cumplir un paro, ha hecho muchos más
paros que la CGT. Porque
la CGT nacional
se ha limitado a una serie de paros, y nosotros creemos que se puede ir mucho
más allá, como lo hemos probado.
P.: Tosco, ¿me permite?
Nosotros creemos que Córdoba es un caso atípico dentro del movimiento obrero
del país. Con todo es posible que para la unidad del movimiento obrero, con una
sutura de las 62 Organizaciones, se consiga una unidad que englobe a no
peronistas como usted y peronistas como Rucci. ¿Puede funcionar en la práctica?
Tosco: Córdoba no es una
isla, ni está fuera del país ni del mundo. Nosotros creemos que con buena
voluntad, con comprensión, con espíritu de lucha, se puede llegar a una unidad.
Córdoba no es una isla y el Cordobazo al contrario, expresa la avanzada de las
luchas obreras y populares argentinas que luego se dieron en Tucumán, Rosario,
Malargüe, Trelew, etc., es porque tiene ese papel, y detrás de esto —no con un
sentido de subordinación sino como expresión de un proceso histórico— se va
dando la lucha de todo el movimiento obrero y se va a dar en el orden nacional.
P.: Para usted, Rucci ¿la CGT de Córdoba es una isla
dentro del movimiento obrero?
Rucci: Yo no diría eso.
Yo quiero hacer notar que la CGT
de Córdoba tiene una característica muy particular. Yo soy un ferviente defensor
del movimiento obrero sindicalmente organizado, del debido respeto a los
cuerpos orgánicos que han elegido los congresos. He dicho hace un rato que hay
setenta y pico de delegaciones regionales en todo el país. Todas, absolutamente
todas, cumplen y consultan a la Central Obrera para tomar cualquier
determinación. La única CGT y los únicos dirigentes que no han consultado jamás
para tornar actitudes son los de la
CGT de Córdoba. Si lo hubieran hecho como lo hizo el
compañero Fiorentino de Mendoza, que consultó, y la CGT de inmediato se puso del
lado de los trabajadores de Mendoza e intervino en el conflicto e hizo todo el
aporte necesario para. . .
P.: ¿A usted le parece
que era necesario que consultara cuando la gente ya estaba en la calle?
Rucci: ¿Cómo cuando la
gente estaba en la calle? Sí, la gente de Mendoza estaba en la calle, pero el
compañero Fiorentino, inmediatamente se comunicó con la Central Obrera ,
para decir la actitud de la gente, y. . .
P.: ¿Para pedir permiso?
P.: ¿No será que la CGT de Córdoba es rebelde? ¿No
tendrá motivos?
Rucci: Yo no diría que
es rebelde. Yo más bien diría, como lo señala el compañero Tosco, que su forma
de conducir al movimiento no es la misma que nosotros queremos imponer a las
otras delegaciones del interior del país.
P.: Entonces diremos que
la CGT de
Córdoba, no será una isla, pero es una CGT con personalidad propia.
Rucci: A pesar de que se
dice lo contrario, cuando se habla de unidad, no se concibe dos centrales
obreras, y nadie puede admitirlo aunque los hechos y la forma como se lleva a
cabo ciertas actitudes están demostrando que realmente quieren dos centrales
obreras.
P.: En cierto modo, ¿no
es una acusación un poco corporativista?
Rucci: No es una
acusación corporativista. Es el resultado de normas que fueron legisladas por
los congresos nacionales de la Confederación General del Trabajo. En el supuesto
caso de que no sean útiles, será un congreso el que reformará, pero hasta el
momento, ese es el estatuto de la central obrera y como dirigentes
disciplinados a ese estatuto nos debemos ajustar.
P.: Esa rebeldía que se
advierte en la CGT
de Córdoba, en relación a la
Central Obrera , ¿a qué se debe fundamentalmente, a la
directiva de Rucci o a un problema del Consejo Directivo?
Tosco: A que la CGT de Córdoba interpreta el
mandato de las bases. A que la CGT
de Córdoba está ligada a las aspiraciones de los trabajadores. Quieren luchar,
y la CGT de
Córdoba lleva a la práctica esa lucha, cosa que no hace la CGT nacional.
P.: Perdón, aquí Rucci
quiere aclarar.
Rucci: La Central Obrera
cumple estrictamente con el mandato de los trabajadores. Acá nadie puede
sentirse, menos en el caso de dirigentes como el compañero Tosco, dirigente
auténtico, que responde a las bases, porque el Comité Central Confederal es el
genuino cuerpo que está ligado a las bases integrado por los secretarios
generales de todo el país, incluso por el secretario general de Luz y Fuerza,
que es el compañero Félix Pérez.
P.: Rucci: ¿Cuál es su
posición respecto a la situación de una fábrica automotriz de Córdoba, en la
que los trabajadores mayoritariamente se pronunciaron por su afiliación a SMATA
y que por una resolución ministerial tuvieron que incorporarse a la Unión Obrera
Metalúrgica? ¿Usted apoya a los trabajadores en su pronunciamiento mayoritario
a SMATA o apoya su incorporación a la
UOM por resolución oficial?
Rucci: Yo le voy a
aclarar, porque no es fácil que diga que estoy con la UOM porque yo soy metalúrgico.
No quiero entrar en esos términos a la cuestión. Nosotros sostenemos que el
sindicalismo debe instrumentarse representando la actividad del trabajador. La
actividad de los compañeros de Fiat, como de cualquier actividad parecida en el
mundo es metalúrgica. Porque el tornero que trabaja en cualquier fábrica es
siempre tornero, ya que la actividad es metalúrgica. El encuadramiento sindical
no debe estar basado en la política ni en los dirigentes, sino en la actividad
específica que desarrolla cada trabajador.
P.: ... ¿Pero, y la
voluntad del trabajador?
Rucci: ¿La voluntad del
trabajador? Bueno. Suponga que la
UOM tiene 200.000 afiliados y 10.000 fábricas, y se llega a
un plebiscito para saber a qué sindicato se afilia, lamentablemente el
sindicalismo sufriría una. . .
P.: ¿Dónde está la
democracia?
Rucci: La democracia
está dada por la Ley
de Asociaciones Profesionales que establece: Si usted es empleada de comercio
no puede estar afiliada a la
Unión Obrera Metalúrgica, porque es empleada de comercio. Luz
y Fuerza no puede afiliarse a la Unión Obrera Metalúrgica porque es Luz y Fuerza.
No hay litigio. Hay cumplimiento de la ley, porque la ley establece que el
encuadramiento sindical está basado en la actividad que desempeña esa planta
industrial o esa entidad comercial.
P.: ¿Usted entiende,
Rucci, que habría que modificar esas leyes que están provocando problemas?
Rucci: No. No. Nosotros
en la época de Perón teníamos la ley de asociaciones que lamentablemente ahora
ha sido reformada a través de un decreto que establecía con absoluta claridad
que el sindicalismo tenía que estar agrupado por actividad y no por posiciones
de dirigentes.
P.: Vamos a escuchar la
otra campana. ¿Qué opina Tosco al respecto?
Tosco: Si me permiten
quiero hacer referencia a una pregunta que estaba perfectamente vinculada
porque incluye mi nombre en un supuesto mensaje del general Perón, donde se
hace referencia al dirigente de la “triste figura”. Esto a nuestro juicio está
impuesto por la burocracia sindical. A su vez esta frase nos hace recordar al Quijote.
El libro de Cervantes Saavedra. Y a su vez nos hace recordar otra cosa del
libro. En una oportunidad dijo: “Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos”. Esto
es lo que nosotros respondemos a la burocracia que tergiversa las gestiones y
nos hace aparecer a nosotros como.
P.: ¿Perón es la
burocracia, entonces?
Tosco: Esto está dado
por la burocracia hasta ahora. Ha sido convalidado hasta el presente por otra
cosa. Puede existir una presión, una distorsión o directamente no ser así.
Ahora, en el caso de SMATA, nosotros decíamos: en la Ley de Asociaciones
Profesionales de Perón o en esta ley de asociaciones profesionales, los
trabajadores de la industria automotriz, en Córdoba están afiliados al SMATA
desde hace mucho tiempo. En el caso de Fiat Concord, es específicamente de la
industria automotriz. Y con esto no quiero hacer una cuestión contra la Unión Obrera
Metalúrgica, sino ubicar en su justo término el problema. Por otra parte si los
trabajadores de Fiat resolvieron por abrumadora mayoría afiliarse al SMATA, el
Ministerio de Trabajo, el señor San Sebastián, el ministro de la dictadura, es
quien resuelve que los compañeros no estén dentro de lo que es la organización
profesional de la industria automotriz de Córdoba porque lo que es IKA, todas
las industrias automotrices están dentro de SMATA, en este caso se ha violado
la voluntad democrática de los trabajadores y se ha tergiversado en el caso de
Fiat Concord —no diría lo mismo en el caso de Materfer— lo que es una práctica
y una propia legislación.
P.: ¿Cuál es a su
criterio el objetivo político de esa determinación?
Tosco: Ir contra el
SMATA, que está en la lucha, es ir contra la propia voluntad de los
trabajadores que luchan contra la patronal y la dictadura, por lo cual han
sufrido toda clase de persecuciones y represiones.
P.: ¿Es aumentar el
poder económico del sindicato metalúrgico?
Tosco: De hecho se
aumenta la representatividad. También se aumenta el poder económico en todos
los aspectos.
P.: ¿Cuál es su opinión
sobre los disueltos sindicatos de SITRAC y SITRAM?
Rucci: Antes voy a hacer
una aclaración. No porque el general Perón necesite que yo lo defienda. Rechazo
absolutamente el absurdo de que el general Perón se le va o se le exige. . .
porque cuando el general Perón se forma el concepto de un hombre, lo hace y
piensa, él está convencido de que está expresando para él la verdad. . .
P.: Claro que varias
veces cambia de puntos de vista rápidamente, como sobre Coria, a quien hace un
mes elogió. . . y luego lo critica. . .
Rucci: No me consta que el
general Perón haya elogiado a Coria.
P.: Si salió en todos
los diarios. . . y luego lo trató de traidor. .
P.: Le ruego a usted que
me traiga algún diario donde el general Perón hace elogios a Coria.
P.: Yo recuerdo al
general Perón con Coria en las 62 Organizaciones en el acto en que únicamente
habló, en un acto peronista.
Rucci: Yo no tengo la
culpa, y menos el general Perón, si el secretario de las 62 Organizaciones en
ese momento era Coria.
P.: Usted admitirá,
Rucci, que si el general Perón, siendo secretario de esa Organización Coria,
dijo que es un ejemplo a nivel mundial las 62 Organizaciones, más bien no hay
una ambigüedad.
Rucci: No es que el
movimiento obrero, para el movimiento obrero es un orgullo, un halago que se
tenga en el exterior un concepto así.
P.: ¿Qué opina de las 62
Organizaciones?
Rucci: Soy un hombre de
las 62 Organizaciones, así que no puedo opinar mal.
P.: ¿Qué opina usted de
Coria, Rucci?
Rucci: Yo a Coria
posiblemente lo haya visto después de estar casi dos años de secretario general
de la CGT. El
hecho de que no hayamos mantenido conversación durante dos años es de suponer
que mi opinión sobre él no se ligaba en absoluto a Rogelio Coria.
P.: ¿Pero, por qué no lo
hizo público antes?
Rucci: Porque dentro del
movimiento obrero cada gremio tiene el secretario general que ese gremio se
impone. Coria nunca manejó las 62 Organizaciones. Había una mesa de cinco
miembros, que no tienen ni presidente ni secretario. Los cinco con los mismos
derechos. Y uno de los cinco era Coria.
P.: ¿No era un pilar
importante del movimiento sindical como para que no tuviera con usted un solo
contacto en dos años?
Rucci: El compañero
Coria concurría al Comité Central Confederal, planteaba sus cosas como las
planteaba, no tenía nada que ver con la conducción de la CGT. Y en las 62
Organizaciones era un hombre más que representaba a su gremio.
P.: ¿Pero no existía confusión
en el movimiento obrero...?
Rucci: En absoluto. El
movimiento obrero argentino está perfectamente unido y organizado de acuerdo a
las normas que le han impuesto los propios estatutos.
P.: Aquí con Tosco
tenemos todo lo contrario, porque critica a la CGT.
Rucci: Yo voy este. . .
a recoger las mismas expresiones de él. . . como. . . Cabalga Sancho y si
cabalgamos es porque estamos galopando. . . Si se acuerdan de la Central Obrera es
porque es importante. . . Yo conozco perfectamente bien, porque yo hace dos
años que estoy en la
Central Obrera y era un dirigente de bastante abajo, que
nunca se habló tanto de la central obrera como se está hablando ahora. ¿No será
porque la Central
Obrera se está reencontrando con los que no supieron hacerla
reencontrar otros dirigentes y hoy se ha convertido en un factor de poder? ¿No
será esa la gran causa que determina la gran crítica a la Central Obrera ?
P.: ¿La CGT es factor de poder, Tosco?
Tosco: Yo creo que ese
es un concepto que está encuadrado en el concepto de defensa del sistema. Para
nosotros el movimiento obrero y la
CGT deben ser una palanca para transformaciones
revolucionarias en esta sociedad capitalista.
P.: ¿Rucci entonces está
defendiendo el sistema?
Tosco: Si entiende que es
un factor de poder la coloca dentro del sistema.
P.: Usted, Tosco, dijo que
Rucci defendía el sistema.
Tosco: Y, evidentemente,
si entra dentro del sistema...
Rucci: Cuando a un
hombre le hacen un reportaje y dice lo que yo he dicho en un reportaje en
“Nueva Plana” y en la revista “Mayoría”, indudablemente me parece que estamos
muy lejos de estar defendiendo el sistema.
P.: Rucci, en ese
reportaje de “Nueva Plana” usted dijo hablando de la juventud peronista que en
ciertos aspectos tiene razón. ¿Qué quiere significar con eso? En qué falla la
juventud peronista. Esa actitud tiene algo de paternalista de poner la mano en
el hombro.
Rucci: No. Eso de poner
la mano en el hombro no, es un juicio suyo. El sentido de lo que dije, me
pretendo referir a otra cosa. La juventud peronista hace críticas a
determinados dirigentes gremiales, yo me animo a admitir que ciertas críticas
son valederas, cuando digo que en cierta forma tienen razones.
P.: ¿Se hace una
autocrítica?
Rucci: No en este
momento, dije que soy consciente de mis responsabilidades y las he asumido
íntegramente. Y me consta que mis actitudes pueden ofrecer conceptos contrarios
a la honestidad y lealtad de los trabajadores.
P.: ¿La juventud
peronista lo apoya a usted, Rucci?
Rucci: Soy muy amigo de
infinidad de compañeros de la juventud peronista.
P.: Cuando Tosco estuvo
detenido en la cárcel dio a conocer a la opinión pública una serie de críticas
a su persona. Usted trató de lograr un pedido de amnistía. ¿Debe interpretarse
esa actitud suya como demagógica?
Rucci: Quiero aclarar
que me siento un hombre con dignidad. Y que merecen mi mayor respeto aquellos
hombres que caen presos aún por un ideal que yo no comparto. Esto significa que
el compañero Tosco a pesar de estar en la cárcel, podría decir que casi
diariamente la prensa le ofrecía sus páginas para criticar al secretario
general de la CGT. Y
el secretario general de la CGT
permaneció mudo. Y recién cuando el compañero Tosco salió en libertad, en
igualdad de condiciones, entonces, yo recién dije lo que era mi verdad.
P.: ¿Significa que el
sistema lo defendía mandándolo preso?
Rucci: Yo no he dicho
que el sistema lo defendía mandándolo preso. Pero usted fíjese que resulta
sospechoso que cuando un hombre está detenido tenga la facilidad de dar
comunicados a la prensa y la prensa de publicárselos. Yo no voy a decir que
está en el sistema, pero sí que inconscientemente, con esos comunicados estaba
sirviendo al sistema, porque esos comunicados atentaban contra la unidad de la Central Obrera.
P.: Pero usted, ¿está en
contra o a favor del sistema?
Rucci: Usted no me haga
esa pregunta porque le consta que soy un peronista con una postura bastante
conocida y definida. No cabe ese tipo de preguntas, no tiene sentido. No estoy
con el sistema, ni comparto el sistema.
P.: Aquí Tosco quiere
aclarar.
Tosco: Quiero aclarar
algunas cosas. No es tal el silencio en cuanto a que nosotros estábamos presos.
Aquí tengo yo una carpeta firmada por el Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba y
la Federación
Gráfica Bonaerense, donde refuta los conceptos de Rucci y en
la cual acusa al compañero Ongaro de ser “trotsko” y de que yo estaba en la
cárcel como medio de promocionarme. Esto además de injusto, es arbitrario. Las
cartas, pocas cartas, que sacamos de la prisión, eran transmitidas en los
locutorios por nuestros abogados que las sacaban en sus portafolios que son
inviolables. Y esas cartas me significaron nueve sanciones que me aplicaron
tanto en Devoto como en Rawson, incluso una vez con la visita de los ómnibus de
Córdoba, no pude ver a mis familiares, a los compañeros, porque estaba
sancionado. Este documento pueden requerirlo al Servicio Penitenciario Federal.
Las cartas me costaban a mí sanciones en el Penal y creo que me costaron
también muchos meses más de prisión. Sin embargo, nuestra actitud fue aun desde
dentro de la cárcel, seguir defendiendo nuestras posiciones, y si teníamos que
hacer acusaciones o críticas sobre la Central Obrera también las hacíamos, pero jamás
omitimos una crítica a la
Central Obrera , al imperialismo, una crítica a la dictadura,
a todos esos factores que hacen a la situación actual de dependencia, de
opresión, de explotación de nuestro pueblo y a nuestra Patria. Si fuera preso
otra vez, trataría de sacar un tomo de cartas, porque creemos que es la forma
de responder a los compañeros que están afuera, luchando, que están en los
paros que lo levantan a uno sin ningún tipo de vanidad, como bandera de una
lucha. Por eso lo hice, lo haría nuevamente, y no soy el único que sacó cartas.
Los compañeros del penal sacan cartas.
P.: Tosco, ¿cuál es su
diferencia de estar varios meses en la misma celda con Raimundo Ongaro? ¿Cuáles
son sus diferencias con él?
Tosco: El compañero
Ongaro es peronista, no es trotskista, como una vez lo acusó Rucci en La Pampa. Las diferencias
que tengo con Raimundo son de enfoque, pero no hay mayores diferencias con él.
Nosotros respetamos su lucha, su posición, su ideología y no tenemos mayores
diferencias. Creemos en la unidad de acción, en la unidad en la lucha con todos
aquellos que estén con este factor fundamental que es el movimiento obrero que
es el de la palanca para la liberación nacional y social de Argentina.
P.: Rucci, ¿usted qué
piensa de Raimundo Ongaro?
Rucci: El compañero
Raimundo Ongaro sostiene que es peronista. Se presume que es dirigente obrero o
influyente dentro del gremio que él dirige. El general Perón estableció la
normalización de las 62 Organizaciones y en la historia de las 62
Organizaciones a pesar de que Ongaro dice que es peronista, jamás adhirió la Federación Gráfica
a las 62. Creo que es un peronista bastante particular.
P.: Yo no soy peronista,
pero pertenezco al gremio de prensa y debo soportar que mi gremio se adhiera a
un nucleamiento partidario.
Rucci: Es que no es un
nucleamiento partidario. Quién le dijo que las 62 Organizaciones. . .
P.: Es el brazo gremial
del movimiento peronista.
Rucci: Las 62
Organizaciones mantienen una filosofía que se plasma dentro del movimiento
peronista. Quiero decir que es un movimiento que no se cierra dentro de un
esquema partidario.
P.: ¿Qué opina usted de
las 62 Organizaciones?
Tosco: Es un
nucleamiento sindical que levanta las banderas del peronismo. No pertenezco a
él. Levanto yo las del Movimiento Nacional Intersindical.
P.: ¿Qué ideología tiene
el nucleamiento al que usted pertenece, Tosco?
Tosco: El Movimiento
Nacional Intersindical es socialista, levanta la bandera de la liberación
nacional y social.
P.: ¿Qué modelo de
socialismo?
Tosco: Nosotros tenemos
como todo socialismo, el modelo que la trayectoria, la circunstancia y posibilidad
histórica le va a dar a nuestro país.
P.: ¿A través del
marxismo?
Tosco: Yo tengo raíz
marxista. Pero entiendo que el socialismo en la Argentina tiene una raíz
heterogénea. Hay compañeros que levantan en el peronismo al socialismo.
P.: ¿A través del peronismo,
se puede llegar al socialismo?
Tosco: Evidentemente ese
compañero peronista va asumiendo el socialismo, está tomando los nuevos niveles
de la nueva sociedad que hay que construir. En unidad con los demás sectores.
P.: ¿Sostiene la lucha
de clases el Movimiento Intersindical?
Tosco: Más que sostener
interpreta un hecho histórico que es la lucha de clases.
P.: La juventud radical
también lucha por el socialismo.
Tosco: El radicalismo
como partido no plantea el socialismo. El socialismo, volviendo un
poco, es levantado por el plenario de gremios confederados de Córdoba que marca
la línea de la lucha, por la vía antiimperialista, hacia el socialismo. La
heterogeneidad de nuestro socialismo está en que tiene raíz peronista,
marxista, cristiana, por el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, que
viene de distintos movimientos que lo levantan como bandera. En la juventud
radical debemos reconocer especialmente en los sectores ligados al movimiento
estudiantil que también levantan el socialismo, esa nueva sociedad sin
explotados ni explotadores, nueva sociedad socialista argentina, hecha según
nuestra propia trayectoria y compuesta de heterogeneidad. Y por eso levantamos
la unidad para construir.
P.: ¿El peronismo
plantea la lucha de clases?
Rucci: El peronismo
plantea la unidad de todos los sectores. . . No plantea la lucha de clases.
Bien lo ha dicho el general Perón cuando estuvo acá. Esta no es una cuestión de
partidos políticos sino que esta es una cuestión programática nacional en la
cual tienen participación todos los que estén dentro de esta filosofía en lo
que respecta al socialismo. El socialismo que se plantea en este momento en la Argentina se nutre
también en el propósito de evolución de los pueblos. El peronismo no es un
movimiento estático. Evoluciona, y dentro de esta evolución da lugar
aún proceso que va a terminar en el socialismo nacional.
P.: ¿Podría definirlo?
Rucci: El socialismo
tiene, en distintos países del mundo, diversos matices. El socialismo que yo
planteo es una integración de una sociedad donde fundamentalmente, por sobre
los sectores o grupos, prive el respeto a la dignidad y priven también los
fundamentos en que está basada nuestra sociedad.
Tosco: Nuestra visión
del socialismo nace incluso del programa de Huerta Grande, del manifiesto del
primero de Mayo de la CGT
de los Argentinos y del documento de octubre del Movimiento Nacional
Intersindical. Nosotros queremos rescatar los medios de producción y de cambio
que están en las manos de los consorcios capitalistas, fundamentalmente de los
monopolios, para el pueblo, socializarlos y ponerlos al servicio del pueblo.
Nuestro punto de vista es que deben desaparecer las clases y que debe existir
una clase, la de quienes trabajan. Y no como ahora que existe la de los
explotados que trabajan y la de los explotadores que sólo viven del esfuerzo de
los demás.
Rucci: Yo planteo que
eso no es socialismo sino marxismo.
P.: Rucci, ¿le tiene
mucho miedo al marxismo?
Rucci: No, no le tengo
miedo. Pero considero que en este momento, el marxismo ya no tiene más vigencia
en el mundo.
P.: ¿Usted no considera
que el marxismo puede ser un aporte para el peronismo?
Rucci: El peronismo
puede tener aporte de todas las ideologías, siempre y cuando encajen dentro de
la filosofía que plantea el peronismo.
P.: José Rucci es el
secretario general de la CGT
y evidentemente todo trabajador se mueve en términos económicos sobre todo en
este momento en el país. Yo quiero saber como trabajador también, ¿cuál es la
tarea que desempeña el secretario general de todos los trabajadores plasmándolo
en hechos concretos?
Rucci: Estos planteos
que se hacen a nivel de la CGT
tienen otro trasfondo. Yo he sostenido y sostengo que el dirigente gremial que
se limita a plantear reivindicaciones sociales es un mentiroso. Y sostengo que
las reivindicaciones sociales son la resultante de la justicia social. Y
únicamente para lograr la justicia social hay que asumir el poder. El dirigente
gremial tiene que estar perfectamente esclarecido. El planteo que se formula en
este momento es asumir el poder. Integrados todos aquellos que se dispongan a
defender los intereses de la
Nación , sean peronistas o no.
P.: ¿Usted cree que
existen explotados y explotadores?
Rucci: Existen
explotados y explotadores. Entonces nosotros tenemos que plantear la cuestión
para que desaparezcan los explotados y los explotadores dentro de una sociedad
integrada, cada uno con sus obligaciones y sus derechos, pero jamás como está
ocurriendo en este momento. Un millón y pico de trabajadores prácticamente sin
la posibilidad de llevar sus salarios a sus casas y con salarios que no
conforman. Todo eso es el resultante, no - como muchos suponen - de la actitud
de la
Confederación General del Trabajo; esto tiene origen en un
sistema que, aunque muchos dicen que lo combaten se complican con el sistema,
combatiendo a la
Central Obrera. Nosotros estamos en la lucha por la asunción
del poder. Hemos optado, como hombres que militamos en el Movimiento Peronista,
por ese camino: el de las elecciones.
Pero ahí no termina.
Porque nosotros sabemos que este proceso se ha aceptado y sigue su marcha. De
ahí es que si el gobierno intenta proscribir o detener estas elecciones no
significa que nos quedaremos cruzados de brazos y tolerando el sistema.
P.: ¿Usted identifica el
concepto de explotado y explotadores con el sistema capitalista?
Rucci: Acá en este
momento se plantea una cuestión de dependencia. Y no solamente la presencia de
monopolios en nuestro país, sino de argentinos cipayos, que se ofrecen a esos
monopolios. Lo que significa que lo primero que hay que plantear cuando el
gobierno asuma el poder es la defenestración de todos aquellos capitales que no
están al servicio de la Nación
y que no se integran dentro de la comunidad. Como hay industriales mercenarios,
industriales, que se ofrecen con generosidad a los capitales extranjeros,
también hay industriales que son argentinos y tanto o más nacionalistas que
nosotros.
P.: ¿El capital nacional
explota igual que los monopolios?
Rucci: El capital
nacional si se integra en la comunidad y ofrece al trabajador un salario digno
que le posibilite vivir decorosamente, no explota. Si el capital nacional tiene
al trabajador en su fábrica sometido, con salarios inmerecidos y dentro de un
régimen que lo somete, es tanto o más explotador y comete mayor delito que el
de afuera, por el hecho de ser argentino.
P.: ¿Cuál es su opinión,
Tosco?
Tosco: El movimiento
obrero no puede menos que plantearse, en esta etapa, los grandes problemas que
surgen de la dependencia. Debe plantearse entonces, la liquidación del dominio
imperialista en nuestro país —particularmente del imperialismo yanqui—, sobre
la base de medidas con cretas y, al mismo tiempo, en estrecha solidaridad con
los movimientos de liberación, como en el caso del gran triunfo del pueblo
vietnamita, y la lucha de los pueblos de Africa y Asia, que también levantan
estas banderas de independencia. Quien se queda en los estrechos márgenes del
economicismo del movimiento obrero que demanda solamente aumentos de salarios
va a ser permanentemente un apéndice del sistema, pero esas son banderas que se
levantan desde hace mucho tiempo en el movimiento obrero. Son banderas que se
continúan levantando; pero que hay que llevarlas a la práctica porque no es
cuestión de inscribirlas en algún documento o de exponerlas en alguna
oportunidad de debate, sino reivindicarlas en la práctica. Por otra parte le
diré que, donde hay un asalariado y hay un capitalista, hay explotados y explotadores.
Lo que no quiere decir que en el proceso de cambio, que nosotros llamamos de
liberación nacional y social, no haya etapas que debemos cubrir en alianza con
aquellos sectores de la pequeña burguesía y de la mediana burguesía, que estén
dispuestos a enfrentar esa penetración imperialista que no tiene solamente una
hegemonía continental sino que hay también una hegemonía extracontinental.
P.: ¿Aún dentro del
radicalismo? Porque a usted siempre se lo vincula con el radicalismo. Inclusive
hace muy poco tiempo le preguntaron qué opinaba del doctor Balbín y usted dijo
que no lo conocía. Eso parece un chiste. Porque, aunque usted no lo conozca
personalmente, no es necesario para opinar sobre él...
Tosco: Yo he dicho que
Balbín representa el sector de derecha, el sector conservador del radicalismo.
Y ese planteo lo ratifico aquí.
P.: ¿Y el doctor Illia
también? Usted ha tenido contacto epistolar con él.
Tosco: El doctor Illia
es un amigo personal al cual respeto. He tenido contacto epistolar con él. No
lo niego. Lo asumo con toda honestidad. Sin que ello signifique que comparta la
política y la ideología del doctor Illia. Porque es una ley que no sólo somos
amigos de aquellos con los cuales nos sentimos identificados ideológicamente.
P.: ¿Con los dirigentes
de la Alianza Popular
Revolucionaria, Alende y Sueldo, se siente identificado?
Tosco: Personalmente los
conozco también...
P.: Pero con el programa...
Tosco: No soy Demócrata
Cristiano ni soy del Partido Intransigente. Creo que hay una serie de
programas, que como en el caso del peronismo levantan reivindicaciones
fundamentales antiimperialistas, también en el caso de la Alianza Popular
Revolucionaria me siento identificado con puntos fundamentales de su
plataforma.
P.: ¿Y con respecto al
FIP?
Tosco: Si tenemos un
criterio realmente no sectario, un criterio realmente de unidad, no podemos
hacer una identificación global con determinadas siglas partidarias, pero sí
con aspectos de su programa.
P.: Usted ha dicho que
tanto la fórmula Cámpora-Lima como la radical de Balbín, representan los
márgenes de derecha del peronismo y del radicalismo.
Tosco: Así es. Y en el
caso del peronismo, particularmente con el doctor Solano Lima, que ha dicho en
Resistencia que si acceden al poder van a erradicar al marxismo (que es
una ideología respetable, como todas las ideologías) porque pregona la lucha
entre los hombres. No. No pregona la lucha entre los hombres, va contra
aquellos que por la vía militar o por la explotación capitalista, por la
explotación imperialista, se sirven de esos otros hombres. Claro que eso que él
ha caratulado guerra, nosotros la asumimos, la sostenemos, y también ha de ser
contra él que no tiene una trayectoria muy popular que digamos.
P.: Es decir, que no
obstante el nombre del doctor Solano Lima que integra la fórmula del Frente,
¿usted encuentra en el movimiento peronista coincidencia con la postura, con la
ideología que usted sustenta?
Tosco: Pero
evidentemente. El peronismo combativo, nuestros hermanos peronistas con los que
estamos todos los días, lo que constituye lo fundamental del movimiento
peronista, que es la clase obrera. No sólo nos sentimos identificados sino
hermanados como clase obrera para la lucha común y esperamos esa gran unidad
con ellos a la que ya me he referido.
Rucci: Acá estamos para
esclarecer, ¿no es cierto? A mí no me gusta que me coloquen donde no estoy.
Creo que en este caso particular se desprende colocarme donde yo no estoy. En
primer lugar, soy un hombre muy respetuoso de cualquier ideología. No soy antimarxista,
ni soy anticomunista, ni anti nada. Soy peronista y respeto la ideología de
todos. Y creo que en un proceso como este todos tienen derecho a votar y a dar
sus opiniones. Yo voy a votar la fórmula Cámpora-Solano Lima.
P.: ¿Y le parece bien lo
dicho por Solano Lima?
Rucci: No las conozco.
Pero si Solano Lima ha pretendido marginar a determinadas ideologías que se
plantean en el terreno político, creo que está cometiendo un error.
P.: Pero lo va a votar
igual.
Rucci: Solano Lima no
es, en definitiva, el hombre del Frente sino que es parte del Frente y tendrá
que someterse al programa que tiene el Frente.
P.: ¿Y cómo define usted
ese programa? Porque el doctor Bidegain mencionó en San Andrés de Giles a
Mussolini y citó su frase: “Si avanzo, seguidme. . .“, etcétera.
Rucci: En el año 1946
también decían que Perón era fascista.
P.: Pero Bidegain lo dijo.
Rucci: Pero a mí no me
consta.
P.: ¡ Ah! no le consta.
¿Cómo debemos hacer para que le conste?
P.: Cuando usted estuvo
en España se le atribuyó haber declarado que cuando regresara a la Argentina iniciaría una
campaña por la erradicación de la infiltración marxista del movimiento obrero.
¿Son reales estas declaraciones?
Rucci: Es totalmente
falso. Le quiero aclarar que no soy de aquellos que dicen, como mucho se ha
dado en decir, de que pretendo hacer discriminaciones ideológicas en la Confederación General
del Trabajo. En la CGT ,
e incluso en el Consejo Directivo, hay miembros que no son peronistas. Hay
dirigentes comunistas que van al Comité Central Confederal y son respetados. No
se trata acá de señalar una cuestión de carácter ideológico. Aquí se trata de
que esa ideología no sea el caballo de Troya para tratar de perturbar y desunir
al movimiento obrero, lo que es una cosa muy distinta.
P.: O de torcerlo.
Rucci: O de torcerlo
dentro del camino que se ha dado como objetivo.
P.: Pero si la gente
quiere torcerlo.
Rucci: Acá hay cosas que
usted no tiene la obligación de conocerlas porque no milita en el movimiento
obrero. Ahí cerca se reunieron 700 delegados que se desparraman a lo largo y a
lo ancho del país. 500 delegados que vinieron en representación de los
trabajadores del interior del país. Y fueron ellos los que eligieron en la
asamblea de la CGT
a Rucci, con sus votos. Yo no creo, sería desmerecer mucho a los trabajadores,
para pensar que cometieron tal error de elegir como sus dirigentes a traidores.
P.: ¿Por qué a traidores?
Rucci: Porque hay algunas
personas que hacen calificativos de esa naturaleza.
P.: ¿Qué opina usted de
los procesos internos de la CGT ?
Tosco: Yo no creo que se
trate de un error de los trabajadores, sino de la imposibilidad de expresarse
democráticamente.
P.: ¿Por qué ocurre
esto?
Tosco: Por la
intervención de las patronales, del Ministerio de Trabajo y de las burocracias.
P.: Rucci, ¿hay
burocracia?
Rucci: Yo quisiera
primero discriminar. Porque a veces las palabras, si están ligeramente
expresadas, suenan a hueco. Burocracia sindical ¿y qué es la burocracia
sindical? ¿Qué es lo que hay que hacer para no ser burócrata sindicalmente?
Primero quiero saber qué es burocracia.
P.: Vamos a
preguntárselo a Tosco enseguida.
Tosco: La burocracia
sindical es el ejercicio de los cargos sindicales con el criterio que se señaló
aquí. Es decir, reducir todo al sindicalismo, de administrar, desde posiciones
de poder, los beneficios sociales, de discutir especialmente los convenios
colectivos de trabajo, de quedarse gobernando al movimiento obrero desde
posiciones administrativas. Es decir, desde el mismo término burocrático surge:
el poder, gobierno de empleados. Significado gramatical que trasladado al campo
sindical, significa esto: no asumir esa proyección general de la lucha del
movimiento obrero como factor de liberación nacional y social. Por eso nosotros
distinguimos entre aquellos que se quedan para repartir lo que hay en los
sindicatos y los que luchan desde dentro del sindicato por las reivindicaciones
inmediatas y a su vez levantan la lucha permanente por esas reivindicaciones
nacionales, por esas otras reivindicaciones sociales, por esas otras
reivindicaciones latinoamericanas que hacen al cambio fundamental de la
sociedad. A la militancia concreta fuera de la oficina, en la calle, en la
lucha con los compañeros. Eso es ser representante sindical y no simplemente
burócrata.
P.: ¿Cuál es su opinión,
Rucci?
Rucci: Tengo derecho a
la réplica. Eso es burocracia, pero eso no alcanza al sindicalismo argentino.
Porque el sindicalismo argentino, y gracias al sindicalismo argentino, podemos
decirlo así, donde están los burócratas, según algunas calificaciones tenemos
un movimiento obrero politizado que sabe lo que quiere y sabe adónde va. Esos
calificativos son los elementos rebuscados para efectuar ataques que no tienen
ningún sentido.
P.: ¿Usted se siente
atacado?
Rucci: Si hay un hombre
al cual no le cabe ese calificativo, es al secretario general de la CGT , que hace escasamente dos
años ha asumido la conducción del movimiento obrero argentino. Y nace desde
abajo ¡eh! porque nadie me colocó en un sillón y soy el que menos estoy en la CGT.
P.: Confieso que no
conozco un pronunciamiento claro y terminante del secretario general de la CGT , que es el que debe
asistir todos los intereses de los trabajadores.
Rucci: ¡No se equivoque!
¡No se equivoque!
P.: ...sobre la economía
del país. Tosco ha sido muy claro: dominio del crédito, nacionalización
bancaria. .
Rucci: Permítame. Parece
que acá se lee lo que se quiere leer y lo que no se quiere leer no se lee. La CGT , a los tres meses de
asumir el secretariado y el Consejo Directivo, produjo un documento que lo
denominó “Proclama y Convocatoria”, donde se sintetizan las aspiraciones del
movimiento obrero y de todo el país.
P.: Hay mucha gente que
no lo conoce...
Rucci: Documento que
mereció el elogio de muchos sectores, incluso que no comulgaban con el planteo
que formulaba la CGT. Por
lo que no se puede así, ligeramente...
P.: ¿Usted cree que es
bueno el elogio de otra parte?
Rucci: Yo creo que sí.
Porque eso implica que a pesar que no estamos de acuerdo...
P.: ¿Usted se queda
contento porque lo elogie “La
Prensa ”?
Rucci: Bueno, es muy
difícil que el diario “La
Prensa ”. . .
P.: Por eso le pregunto...
Rucci: Es muy difícil
porque todos conocemos perfectamente que “La Prensa ” responde a intereses totalmente
contrarios a los que sostenemos los argentinos, cual quiera sea nuestra
ideología.
P.: ¿Sabe por qué yo le
hacía esta pregunta? Por ejemplo, a nadie le escapa, por lo menos a la gran
mayoría, el suceso del frigorífico Swift, ocurrido recientemente en nuestro
país. Evidentemente, una gran cantidad de trabajadores de la carne, en este
caso, se vieron de pronto perjudicados por una serie de maniobras que nada
tenían que ver con el trabajo que ellos venían desarrollando. Yo le pregunto a
usted. ¿Cuál ha sido el pronunciamiento, si conoce de ello y qué respuesta nos
puede dar en ese sentido?
Rucci: Yo le puedo
señalar que existe un argentino digno, que es el juez Lozada, que a pesar de
todos los riesgos que corrió, tuvo la suficiente valentía para señalar un hecho
tan desagradable y tan monstruoso como el del caso del frigorífico Swift.
P.: Pero, qué dice la CGT... Ahí hay casos de
trabajadores...
Rucci: Acá ocurre lo
siguiente. Usted pregunte lo que hizo la Federación de la Carne. La CGT no tiene
facultades para tratar problemas de organizaciones sindicales son las
organizaciones sindicales que representan a los trabajadores quienes deben
asumir la defensa de acuerdo a los dirigentes que tengan, pero no la CGT.
P.: Pero usted cambia
las cosas cuando le conviene ¿eh?
Rucci: No las cambio
cuando me conviene. Usted me dice qué hace la CGT por los convenios. La CGT no discute convenios. La CGT hace respetar la ley, que
es la 14.250. Después las organizaciones son las que discuten, no la CGT. Si un gremio acepta
un convenio del 35 %, esos afiliados, si están o no de acuerdo, tienen que
planteárselo a los dirigentes de su organización. No a la CGT.
P.: Pero el problema que
planteó Conti era muy concreto: el caso .Swift. . .
Rucci: Pero ocurre que la Federación de la Carne , que es la que
representa a esos trabajadores, en ningún momento lo trajo al seno de la CGT.
P.: Tosco, ¿Usted está
de acuerdo con el planteo de Rucci?
Tosco: No. Nosotros
creemos que la CGT
debe cumplir una función de coordinación orientadora, de promoción en la lucha
del movimiento obrero. Y, volviendo al caso no lo repito porque sea la CGT de Córdoba, sino porque es
el ámbito de mi militancia, la CGT
de Córdoba levanta con sus pronunciamientos, con su coordinación, con la
convocatoria a los cuerpos orgánicos para debatir los problemas de la clase
obrera. Nosotros hemos reclamado insistentemente a la CGT nacional la convocatoria
del Comité Central Confederal. No nos hemos largado solos, nos hemos largado
las veces que fueron necesarias pero, previamente, públicamente hemos reclamado
la convocatoria del Comité Central Confederal. Y en el caso del frigorífico
Swift y otros casos que hacen a la problemática general del movimiento obrero,
que hacen a la política económica del país, como es evidentemente el caso del
digno pronunciamiento del juez Lozada, deben ser asumidos por la CGT , según nuestro concepto,
como cosa de la práctica de la central obrera.
Rucci: Quiero aclarar.
Quizá nunca el Comité Central Confederal se reunió más veces siendo yo
secretario general. Lo que ocurre es que el Comité Central Confederal,
integrado por cuatrocientos secretarios generales y dirigentes de las
organizaciones confederales, donde también está el compañero Tosco, tomó
resoluciones de acuerdo a la estrategia que se imponía ese Comité
Central Confederal. Lo que implicaría que si el compañero Tosco hubiera ido o
estuviera integrado a ese Comité Central Confederal y dentro del juego
democrático que se debe dar en los cuerpos orgánicos, tendría que aceptar lo
que se resolviera.
P.: Rucci, usted ha
dicho que los duros del peronismo sólo sirven para sacar solicitadas. ¿Sigue
manteniendo ese punto de vista?
Rucci: Bueno, usted primero
me tiene que determinar quiénes son los duros.
P.: Atilio López, por
ejemplo.
Rucci: Atilio López es un
peronista y no es duro.
P.: Guillán....
Rucci: No es un duro, es un
peronista...
P.: Usted discrepa con
Guillán. Usted discrepa, ¿es claro?
Rucci: El problema con
Guillán es sumamente conocido. Y dentro del movimiento peronista y dentro de
las 62 Organizaciones hay normas que deben cumplirse. Y si hay hombres que son
peronistas y están militando en las 62 Organizaciones, y consideran que el
hecho de ser peronistas puede marcar otro tipo de estrategia que no sea aquella
que imponen las 62, lógicamente existen desacuerdos que yo puedo tener con
ellos.
P.: Usted dijo hace dos
años que la CGT
no ajusta su cometido a las órdenes del general Perón.
Rucci: No ajusta su
cometido a las órdenes del general Perón.
P.: Pero en este caso era
una orden de Perón...
Rucci: No. Estoy hablando
de las 62 Organizaciones y no de la
CGT.
P.: El señor Tosco se ha
definido en una serie de medidas de tipo económico a establecer en forma
inmediata en el país. Estas medidas son: control de cambios, dominio del
comercio exterior.
Rucci: De acuerdo.
P.: Manejo de las
importaciones y exportaciones.
Rucci: De acuerdo.
P.: Nacionalización
de la banca...
Rucci: Nacionalización de la
banca.
P.: Nacionalización del
crédito.
Rucci: Es decir, recuperar
la soberanía del país en todos los niveles fundamentales en lo económico.
Totalmente de acuerdo.
P.: ¿Y en qué no está de
acuerdo?
Rucci: En lo que está
ocurriendo ahora.
P.: No, no. ¿En qué no está
de acuerdo con Tosco?
Rucci: Si ese es el
esquema que se plantea en un proceso que permita recuperar la entidad soberana
al país, creo que en eso...
P.: ¿Y en el traspaso de
las fuentes de trabajo?
Rucci: No. En eso no
estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo con un capital al cual el gobierno le haga
ajustar las reglas del juego para que ese capital esté al servicio de la
comunidad y cumpla una función social.
P.: Esta es una pregunta
que va dirigida a los dos dirigentes sindicales. Los dos han hablado de la
revolución y del socialismo. Un dirigente importante del peronismo cuando se le
pidió que identificara recientemente el tipo de revolución socialista que
quería, citó el caso del gobierno español. Como que tenemos que movernos en
base a modelos yo quería decir si ese es el socialismo que quieren Rucci y
Tosco. ¿Y en qué se parecen y en qué se diferencian?
Rucci: En lo que a mí
respecta quiero aclarar que el modelo de socialismo que yo quiero para mi país
nada tiene que ver con lo que ocurre en España.
Tosco: El régimen
franquista es un régimen falangista y no socialista. El modelo de socialismo
para nuestro país, recogiendo la experiencia revolucionaria de todos los países
del campo socialista, se dará en la Argentina como modelo propio históricamente
hablando.
P.: Rucci, López Rega
dijo alguna vez que el socialismo nacional podía parecerse, de alguna manera,
al nacional-socialismo. Parece bastante peligrosa la afirmación de López Rega y
yo quiero que usted, como cabeza visible del movimiento obrero, diga si cree
que el socialismo nacional se parece, de alguna manera, al nazismo.
Rucci: Yo dije hace un
rato que cada pueblo, en materia de socialismo, ajusta más que nada a su
idiosincrasia los matices del socialismo. Señalé también que probablemente este
proceso nos lleva a características socialistas. Y va a ser el resultado del
pensamiento, del sentido de nosotros los argentinos.
P.: Pero no me ha
contestado la pregunta.
Rucci: Le estoy
contestando la pregunta en el sentido de que el nazismo no tiene nada que ver
con el socialismo que nosotros podemos plantear acá en la Argentina.
P.: Pese a la afirmación
del general Perón en La Hora
de los Pueblos, donde lo pone como ejemplo del socialismo nacional.
Rucci: No conozco esa
afirmación del general Perón.
P.: Rucci, usted ha
estado recientemente con Perón y ha llegado al país hace muy poco tiempo.
¿Perón va a regresar? Sí o no. En caso afirmativo: ¿cuándo?
Rucci: Bueno, ¿usted ha
escuchado en alguna oportunidad que el general Perón haya dicho que no va a
regresar?
P.: ¿Usted Tosco cree
que el general Perón va a regresar?
Tosco: Yo creo que Perón
tiene derecho, como todo argentino, a regresar al país y hacer valer con
plenitud sus atribuciones ciudadanas.
P.: Pero va a regresar o no.
Tosco: No puedo oficiar de
adivino. No sé.
P.: Una última pregunta.
Según versiones que circulaban en estos últimos días (son muchas las que
circulan), se habría ofrecido a Rucci el Ministerio de Trabajo para el caso de
que ganara el FREJULI. ¿Es cierto?
Rucci: No es cierto.
P.: ¿Y si se lo ofrecieran,
aceptaría?
Rucci: Yo me debo a mi
movimiento, me debo al movimiento peronista, me debo al movimiento obrero y eso
en su oportunidad determinará mi respuesta por sí o por no. Pero quiero
aclarar, que quede perfectamente en claro, que es una versión totalmente
infundada.
P. No se habló con Perón de
eso...
Rucci: No se habló con el
general.
CONCLUSIONES
P.: Vamos entonces a las
conclusiones. Por favor, Pandolfi, las suyas.
Pandolfi: La posición
del señor Tosco tiene coherencia interna. Comparto algunos puntos de vista,
otros no, pero creo que hay una lógica interna de razonamiento. Del señor Rucci
debo decir que no entiendo la lógica interna de algunos puntos, especialmente lo
que se refiere al concepto de revolución y salgo del programa sin entenderlo.
Silvia Odoriz: Coincido
también con Pandolfi en que Tosco es más coherente en lo que debe ser el
planteo de la clase trabajadora. Con respecto a Rucci, entiendo que se ciñe a consignas
demasiado estrechas para la clase trabajadora, y por otra parte no define
exactamente el socialismo que él propugna. Y dentro de eso no entiendo cómo
hace él para congeniar los intereses de los trabajadores con los de los
empresarios capitalistas.
Horacio Salas: En lugar
de hacer una aseveración sobre cada una de las personas que estuvieron esta
noche en “Las dos campanas” creo que la conclusión que se puede sacar —y viene
cuento de lo que dije al comienzo del programa, de que estábamos portándonos
como chicos buenos— es la de que realmente nos hemos portado como adultos. Creo
que es una prueba de adultez democrática, pero democrática en el buen sentido,
no en el que le daban los “gorilas” del año 55. Creo que adultez en serio en lo
que se refiere a que tenemos capacidad de dialogar. Cuando a mí me dijeron,
hace una semana, que se iba a realizar este encuentro, sinceramente pensé que
no se hacía, y a la gente de la producción le pregunté si había que venir con
cachiporra. Personalmente no conocía a ninguno de los dos dirigentes.
Personalmente con alguno tengo afinidad política, y con el otro tengo algún
tipo de afinidad en la lucha antiimperialista. Pero pienso que ésta es una
prueba evidente de que la
Argentina tiene madurez, y que esa madurez puede hacer, de
una vez por todas, que gobernemos nosotros mismos.
Pablo Giusiani: Creo que
éste ha sido uno de los programas más positivos de los últimos tiempos. Claro
que todos los que vivimos acá pensamos que éste iba a ser un programa
totalmente distinto de lo que fue. Pensamos que iba a haber una tremenda pelea
y en cambio hemos visto a dos personas que son protagonistas de uno de los
enfrentamientos políticos y sindicales de la Argentina de nuestro
tiempo, dialogar tranquilamente sin ningún tipo de escándalo que todos
esperábamos que ocurriera. Creo que esa es la conclusión más positiva de este
programa.
Rucci: En alguna medida
ha pretendido ser útil a la opinión pública, para que conozca lo que yo
sostengo como la verdad de lo que represento y creo que en este aspecto el
resultado puede ser positivo.
Tosco: Agradezco la
oportunidad de haber podido exponer ante la opinión pública y el pueblo, el
punto de vista que no es mío sino de la clase obrera y el pueblo de Córdoba.
P.: ¿Cree Rucci que
queda algo por decir?
Rucci: Yo simplemente
diría para coincidir también con lo que dice el compañero Tosco, que estoy
convencido de que lo que yo he expuesto no es solamente el punto de vista del
pueblo de Córdoba sino que incluyo al pueblo de Córdoba en el pueblo de todo el
país.
P.: ¿Puede ser que a
partir de ahora no haya más solicitadas, entre ustedes?
Rucci: Cada uno sabe de
su obligación y asume las responsabilidades. Yo sé de mi obligación como
secretario general de la CGT
y he asumido esa responsabilidad.
Tosco: En tanto y en
cuanto sea necesario fijar las posiciones de lucha de la unidad combativa
nosotros hemos de continuar con esta misma práctica del movimiento obrero.
Córdoba es del movimiento obrero argentino y de la lucha antiimperialista
latinoamericana.
Tosco y Salvador Allende en el día de su asunción como Presidente de
Chile
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