Es mi primera propuesta de 2014 : Ver este documental ( o conseguir el DVD,etc)
En Argentina, para quienes conocen Salta y las Bodegas Etchart ( Etchart Privado ) puede la gente apreciar lo bonito que piensan los Etchart de los habitantes originarios de Cafayate; "una perlita". Pero eso no es todo.
El vino ha muerto ?
Dirección: Jonathan Nossiter
Año: 2004
País: Francia
Reparto: Albiera Antinori, Allegra Antinori, Lodovico Antinori, Piero Antinori, Isanette Bianchetti, Jean-charles Boisset
Duración: 135 minutos
Sinopsis: Desde los todopoderosos millonarios de Napa, California, pasando por las rivalidades entre dos dinastías aristocráticas florentinas, hasta las batallas de tres generaciones de una familia borgoñesa, que se obstina en conservar sus pocas hectáreas de viña, Mondovino pone en escena a lo largo de tres continentes las sagas del mundo del vino. Pero todas estas luchas, ¿acaso no son secundarias frente a las hazañas de un pícaro corsario de Burdeos que lleva alegremente la palabra de la modernidad de Italia a Argentina pasando por Nueva York? El vino es el símbolo de la civilización occidental desde hace milenios.
Una sirena suena en la costa de Cannes: "Será que Harvey Weinstein se ha despertado", afirma Jonathan Nossiter mientras saborea un café expreso doble. El documental de Nossiter, 'Mondovino', va a estrenarse en el festival de Cannes, y el director de cine, que vive en Manhattan, ya está inquieto. Sorprendentemente, la segunda profesión de Nossiter es la de comprador de vino para varios restaurantes de Manhattan. En 'Mondovino' se enfrentan sus dos pasiones gemelas: el cine y el vino. El documental se presentó como una visión general del mundo vinícola, pero ése no es el motivo por el que Thierry Frémeaux, director artístico de Cannes, se mostró tan entusiasta con su proyección en el festival. De un modo intrincado e indirecto, 'Mondovino' toca aspectos que despiertan pasiones entre los franceses: la globalización, el ascenso del fascismo, la creciente estandarización de la cultura y el imperialismo de EEUU (en este caso, del valle de Napa).
Nossiter, personaje introvertido y pensativo que elige las palabras con sumo cuidado, no es Michael Moore, pero comparte muchas de sus preocupaciones. El documental, según explica, trata sobre lo que ocurre "cuando una concentración excesiva de poder queda en manos de unas pocas personas"...
La idea de rodar 'Mondovino' se le ocurrió cuando se encontraba en Europa participando en una gira de catas; entonces decidió explorar las relaciones entre padres e hijos y madres e hijas para investigar cómo se transmite el conocimiento entre las distintas generaciones. "No se trata únicamente de transmitir una determinada forma de hacer vino, sino de una forma de vivir la vida", observa. "El vino es complejo; es lo único que hay en la Tierra tan complejo como los seres humanos".
El proyecto fue creciendo lentamente. "Se empieza con un problema humano muy sencillo y enseguida se amplía hacia los problemas nacionales e internacionales... Los problemas del mundo del vino son reflejos de los problemas generales del mundo: políticos, culturales, económicos y simplemente humanos", dice. Nossiter recuerda que la producción de vino evolucionó lentamente y de forma natural en todo el mundo durante miles de años, "encontrando una bella complejidad y una diversidad de expresiones a través del cultivo por parte del hombre y el trabajo de la naturaleza". Sin embargo, esa lenta evolución está amenazada desde hace 15 o 20 años.
El valle de Napa es en buena parte responsable de ese cambio. Nossiter afirma que, del mismo modo que Hollywood realiza películas anodinas y sujetas al mismo patrón, los viñedos californianos producen vinos con muy poco carácter. "Está pasando algo muy peligroso; lamentablemente, cada vez hay más vitivinicultores europeos que adoptan enfoques 'sencillos' y traicionan sus raíces. Producen vinos fáciles de beber, de estilo internacional y sin carácter. Es una especie de 'macdonaldización'".
En 'Mondovino', las líneas del frente se presentan sin dobleces. Los héroes son los pequeños productores con unas cuantas hectáreas, cuyos vinos son un reflejo de la tierra donde se cultivan. Los villanos son hombres como Michel Rolland, el asesor en enología más importante del mundo; la familia Mondavi, de California, que produce más de 100 millones de botellas desde Napa hasta Chile y desde Australia hasta la Toscana; las familias aristocráticas italianas y francesas que, despreocupadamente, "han abandonado su amor por la tierra" y se la venden a los Mondavi o se la alquilan a Rolland; e incluso Robert Parker, el famoso crítico enológico, cuyos gustos tienen un efecto directo en las formas de producir vino.
A pesar de ello, Nossiter se resiste a cualquier intento por encasillar su película como una simple crítica de los grandes negocios, a las posibles teorías conspiratorias sobre la amistad entre Rolland y Parker y a aumentar la brecha entre la 'vieja' Europa y Estados Unidos. "Es una cuestión complicada. Con frecuencia, Hollywood, con sus grandes estrellas, produce películas más radicales que las que proceden del sedicente 'cine de autor' francés; personalmente, prefiero ver 'Matrix' antes que lo de muchos 'autores'; y esa misma complejidad está presente en el mundo del vino.»
Nossiter no se toma demasiado en serio. El documental se rodó con una cámara digital manual, y prácticamente en la totalidad de las secuencias se aparta un momento de las personas que entrevista para mostrar algún detalle cómico. En la escena de la visita a Parker incluyó constantes imágenes de fondo de uno de los perros más viejos y malolientes del crítico: "Pasamos un día maravilloso con él; a Parker y a mí nos gustan los perros flatulentos, y fue él quien rompió el hielo. Al parecer, todos sus perros son grandes pedorros", recuerda. Pero a pesar de que Nossiter insiste en que no intentaba juzgar a nadie y en que trataba a todo el mundo con idéntico respeto ("¿cómo no voy a sentir simpatía por alguien que parte el pan conmigo?"), es evidente dónde están sus lealtades.
Hacia el final de la película, Nossiter muestra escenas de nobles italianos que elogian a Mussolini (un viejo conde afirma, sin un atisbo de ironía, que "logró que los trenes llegaran a tiempo") y de acaudalados californianos que hablan sobre sus vendimiadores mexicanos como si fueran esclavos. Mientras tanto, en Argentina, los productores se deshacen en nostálgicos elogios hacia el general Perón y se burlan de los "perezosos" campesinos indígenas que se niegan a vender sus tierras y abandonarlas.
Nossiter visitó a uno de esos campesinos y se encontró con un hombre que vivía en la miseria y que luchaba heroicamente por mantener su negocio; aunque apenas ganaba para comer, producía un vino delicioso que compartió con el director.
Aunque Nossiter se muestra cauto a la hora de criticar directamente a Rolland o a los Mondavi, no tiene tantas reservas en lo relativo a los críticos de vinos. El simple hecho de pensar en ellos basta para que adopte una mueca de disgusto: "El sector del vino padece dos enfermedades terribles: su imperdonable esnobismo y su pretenciosidad; en el documental no oirá ni una sola vez ninguna de esas tonterías sobre el aroma a moras o a prendas interiores femeninas ni la palabrería típica que esos supuestos 'expertos' emplean para evitar que el vino se considere una simple bebida que sabe bien".
Nossiter atribuye su desconfianza hacia las autoridades e instituciones a su pasado. Es hijo de un corresponsal en el extranjero, Bernard D. Nossiter, que escribía para el 'Washington Post' y el 'New York Times'. En cierta ocasión, cuando su padre se encontraba en Londres, se enfrentó a las autoridades británicas: "A mi padre no le daba miedo denunciar los abusos de poder, y estuvieron a punto de echarnos de Inglaterra porque reveló que muchos corresponsales británicos en el extranjero de la época trabajaban a sueldo de los servicios secretos. En el 'Times' y en el 'Telegraph' se alzaron voces que pedían que lo expulsaran del país por revelar secretos oficiales".
Aunque duda que 'Mondovino' tenga consecuencias tan graves como ésa, espera que la película "sacuda" a los esnobs y provoque un acalorado debate sobre la trayectoria del mundo del vino. "Hay demasiada complacencia y amiguismo", denuncia. "La mayoría de la gente está muy mal informada sobre muchas verdades evidentes del mundo del vino".
En la primera parte del documental, uno de los entrevistados afirma que "donde hay vino, hay civilización". Es un sentimiento que comparte Nossiter, aunque advierte de que debemos mantener cierta perspectiva. En comparación con los abusos y las injusticias que se cometen, los problemas que sufre el vino son intranscendentes: "Es un mundillo irrelevante", reconoce. "En el mundo del vino no hay cuestiones de vida o muerte".
'Mondovino' ya se ha catalogado en Cannes junto a documentales como 'Fahrenheit 9/11', de Michael Moore, y 'Super Size Me', de Morgan Spurlock (que critica a McDonald's). Nossiter se muestra filosófico ante la evidencia de que su documental de bajo presupuesto se presente como una película de protesta política: "El mero hecho de que se esté hablando de él me llena de alegría", afirma mientras la sirena vuelve a sonar.
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