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martes, 6 de noviembre de 2012

Daguerre y el hombre quieto...







"Boulevard du Temple" París (1838-1839 ?)



Louis Daguerre (1787-1851) fue el creador del daguerrotipo, invento que es considerado como el precursor de la fotografía moderna.
En 1839 se dispuso a tomar una fotografía del Boulevard du Temple de París.
En ese instante, y a pesar de lo que refleja la fotografía, la avenida estaba muy animada y transitada: circulaban personas y carruajes constantemente.
Sin embargo, el hombre anónimo que salió reflejado de pie, en el lado inferior izquierdo de la fotografía, fue el único que apareció en ella...
La imagen de nuestro anónimo personaje también pasó a la Historia gracias a que fue el único que se quedó quieto durante los 10 minutos de exposición que Louis Daguerre había configurado para impresionar la fotografía.
¿Cómo y por qué se quedó quieto durante 10 minutos y sin saber que le estaban tomando una fotografía? 
La respuesta es sencilla... porque le estaban limpiando las botas!!.

La fotografía ha pasado a la Historia. Es considerada como la primera en la que aparece una persona.

De aquì que esta fotografìa y la situaciòn me lleva a escribir :








EL HOMBRE QUIETO

El Dragòn es el recurso

Que utiliza el aire para ponerse a andar

Para agitar las nubes

Para repartir distante la simiente

Para manifestar su esencia.

Suele el hombre estarse quieto

Mientras la tierra gira veloz

Alentada por la vasta armonìa

Que expanden las estrellas.

El movimiento impera.

Seductora la Vìa Làctea

Atrae las premisas

Pregona su constancia

Manifiesta su prisa.

Brota el musgo en la piedra

Y el fuego no enciende

Cuando el viento està ausente.

El hombre quieto

Ahoga la fogata del propio corazón.

Hacia el sur de su alma quieta

Prende el hongo improductivo

Que anula la razòn

Con su mantillo gris

Ocultàndole el sol.

Sin esa luz la mente

Vaga entre las penumbras

Como herida de muerte.

Sin la hoguera encendida

De inclaudicable pasiòn

No ilumina el camino

El trànsito al futuro

De las generaciones nuevas.

La quietud es indiferente

Es de ìndole regresiva.

Retorna a la morada de las cosas perdidas.

Detiene los relojes como pètalos mustios

Que dormiràn eternos en libros no leìdos.

Ante la magnitud de la esperanza humana

Quièn se queda a la vera del camino

Aquel que duerme anulado en el limbo

Desprecia las heridas de los que luchan siempre.

La acciòn es inherente al devenir del mundo.

Es el agua que apaga la sed

Que brinda generoso el molino de viento

Ante la tempestad batiente.

El ideal se convierte en invencible Dragòn

Cuando trepa hacia el cielo.

Da vida a las tormentas que transforman la historia.

Al hombre que lucha le corresponde el derecho

De vivir hasta el alba del dìa màs perfecto.

El de todas las alas

En triunfal movimiento.

La Aurora solidaria que revive a los muertos.

Ese dìa seguro

Inminente mañana

Nos retratarà a todos reunidos en las plazas.

Cara al sol cantando las canciones

Que cantaron los pàjaros perdidos.

Nos daremos las manos y la sonrisa presta

Borrarà la mueca de los que sufrieron tanto.

Corresponde decir que ya no habrà pobreza.

Que trabajar serà la acciòn màs digna y pura.

Que el pan jamàs rehuirà a las mesas.

Que todos los niños cultivaràn flores blancas

En el patio de las escuelas.

Flores de igual amor

De igualdad llana y permitida.

Y dibujaràn en los pizarrones ese mundo conseguido

Redondo y luminoso y àgil y renacido.

Y puesto a andar en el aire

Y puesto a girar en òrbita de soberana justicia

De prematura verdad otra vez reverdecida.

Entonces

Para entonces

Los jóvenes ocuparàn los puestos dirigenciales.

Es decir

Borraràn de un plumazo estas viejas sucursales

De enmohecida presencia de lìderes delincuentes.

Inclementes



bien dispuestos

Destruiràn para siempre las catedrales del miedo

Los cuarteles ancestrales

Y vaciaràn las cuevas

Los reductos capitales

Las cloacas dende se ocultan

Los rediles del dinero.

Jòvenes enamorados diseñaràn otros valores

Resurgentes paradigmas.

Los tesoros de la vida

Nos seràn restituidos.

Las cosas simples del alma.

La riqueza compartida.

Los frutos del tiempo nuevo

De inevitable sudor

Que supimos conseguir.

Y coronados de gloria vivamos

Y juremos con gloria vivir.


Hay un pàrrafo que dice: Nos retratarà a todos reunidos en las plazas ...

(sin necesidad de quedarse uno quieto mientras le lustran los zapatos.)





Danieladrián
Fotografía: Daguerre - 1ra fotografía 1838/39
Video: You Tube : Gabo ferro . Hay una Guerra

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