Un rocìo repentino se posò en tus pestañas
Tus ojos de mañana frìa
Ausente de pàjaros
Mirabas el cafè como a un espejo
En vano remabas con esa cuchara
De no ir a ningùn lado
Al cerrar la puerta
Presentì un rayo caìdo en mi espalda
Pensè en la lluvia
Inmediata
Que podrìa mojarme
Y consolarte
Pero cerrò la llave
Fatalmente doble
Y salì en busca del camino
Del olvido
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