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viernes, 31 de enero de 2014

Hay un lugar

                         


El lugar by Alejandro Balbis on Grooveshark







Hay un lugar donde nunca 

pasa lo que no queres 

y ese lugar no le teme 

a lo que vos le temes. 

Suenan canciones de fama mundial, 

de esas que no conoces. 


Siempre esta ahi para hacerte acordar 

lo que hacemos. 

Y no te pide mas que un solo beso a la vez 

Hay quien se pinta la cara 

y otro pintados estan . 

No se presenta la suerte 

y ese lugar se te va. 

No corras mas que ya no hay donde uir 

de esa piel no te escapas. 

Y hasta la muerte se rie de tantos milagros 

Y hasta que algun sabor agrio te obligue a pensar 

Por qué será ? Por qué me tocó a mi ? 

Será seguir o debo desistir ? 

Ante la oscura y siniestra posibilidad 

de no llegar a donde debo ir . 

Quizas perder a veces mi lugar, 

Quizas surgir de un ya no puedo mas. 

Y me convensa para siempre de mi condicion, 



de boca libre y pies pa' caminar.










Fotografías: Danieladrián

viernes, 24 de enero de 2014

El camino - Documental



"Uno puede aceptar que una bota le pise el cuello, lo que uno no puede hacer es lamer esa bota", asegura el humanista y economista José Luis Sampedroen la última entrevista que concedió antes de morir y que ahora revela el documental El camino, que se estrenará este sábado en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

El largometraje, dirigido por Fran Menchón y Tomás Suarez y producido por Fitzcarraldo Films, reflexiona sobre la democracia, el capitalismo, el neoliberalismo y el ser humano, y repasa la historia y consecuencias de la crisis, pasando por el papel de los medios de comunicación y los nuevos espacios de lucha y transformación.

SINOPSIS:

¿Es posible un mundo mejor?

¿Es posible un hombre mejor?

El documental EL CAMINO reflexiona sobre un mundo que se pudre por la carcoma del capitalismo neoliberal.

No queremos escuchar las excusas y manipulaciones de la derecha mediática, ésas ya las escuchamos todos los días en los periódicos y televisiones.

EL CAMINO es un documental valiente que no se esconde, un documental del pueblo y para el pueblo, y un arma arrojadiza que intenta golpear conciencias y despertar al ser humano de su letargo.

No sabemos luchar de otra forma, como cineastas ésta es la manera de intentar acabar con el capitalismo criminal y buscar salidas a la crisis que vuelve al hombre un esclavo social.

Exploremos los caminos y empecemos a caminar.

Hasta la victoria siempre.

PROTAGONISTAS: José Luis Sampedro, Julio Anguita, Iñaki Gabilondo, Carlos Bardem, Juan Torres, Rosa María Calaf, Teresa Forcades, José Manuel Bermudo, Marina Garcés, Diego Cañamero, Juan Manuel Sánchez Gordillo



Teaser documental: EL CAMINO from Fitzcarraldo Films on Vimeo.



"No tendremos democracia si no tenemos demócratas, y para tener demócratas tenemos que tener gente con el pensamiento libre", clama Sampedro en la entrevista, inédita hasta ahora y grabada pocas semanas antes de morir, en abril de 2013. "Lo que tenemos que hacer es educar de otra manera porque ellos no nos van a educar a nosotros, pero nosotros podemos educarnos", resalta Sampedro, quien añade que "los libros, los escritos, los panfletos, esta misma conversación... será muy modesto todo, pero de lo pequeño siempre queda señal".

Menchón ha explicado que, durante la entrevista, Sampedro "estaba más lúcido que todos nosotros juntos", "se sentía nervioso" y "parecía mucho más emocionado él que nosotros con el documental". "Nos dio una lección". Para este director, El camino "es una reflexión de gente de izquierdas que propone cómo salir de la crisis y qué alternativas hay al capitalismo" porque "las ideas de derechas ya las vemos todos los días en los medios de comunicación".

'El camino' reflexiona sobre la democracia, el capitalismo, el neoliberalismo y el ser humano

En el documental también intervienen el filósofo, profesor y escritor José Manuel Bermudo, que apunta que vivimos en una sociedad "en la que cada vez se opina más, pero se piensa menos", y el catedrático de Economía Aplicada, Juan Torres, que avisa de que "ser rebelde hoy en día es casi una cosa de higiene mental".

Entre los protagonistas del film también se encuentran los periodistas Iñaki Gabilondo y Rosa Maria Calaf, quien advierte de que "hay mucha gente en el mundo haciendo cosas que están muy bien, lo que ocurre es que los medios de comunicación no las cuentan". Gabilondo destaca que "el ser humano ha desaparecido del mapa de la realidad" ya que "preocupan mucho más las cuentas de los estados que las cuentas de los habitantes de los estados".

El actor Carlos Bardem, Juan Manuel Sánchez Gordillo, Julio Anguita, la monja benedictinaTeresa Forcades, la filósofa Marina Garcés y el sindicalista Diego Cañamero son otras de los participantes en El camino. Y completan el largometraje vídeos históricos y entrevistas de personajes como el que fuera presidente chileno Salvador Allende, el economista Milton Friedman, así como los expresidentes de Venezuela y Cuba, Hugo Chávez y Fidel Castro, respectivamente, o el fundador de Wikileaks, Julian Assange.

El camino se estrenará en Madrid a finales de febrero, y se preparan varios proyecciones abiertas al público en la Universidad de Barcelona.

lunes, 20 de enero de 2014

La Violencia




Nuestros amigos de Agarrate Catalina nos invitaron a grabar con ellos su canción "La Violencia". El resultado lo puede ver en este video:

http://youtu.be/f_8VtUfAKn4
http://www.youtube.com/user/ntvgtv/
Publicado el 09/12/2013
Agarrate Catalina con la participación especial de NTVG
Letra y Música: Tabaré Cardozo

December 15, 2013 at 7:04am   http://www.notevagustar.com/

sábado, 18 de enero de 2014

Bialet Massé



Mi lugar. Mi mundo. Mi valle ...
Una historia de esta zona: 

                   





Fotografías : Danieladrián

viernes, 17 de enero de 2014

Don Juan

PSICOLOGIA › PARADIGMA CLASICO DE LA SEDUCCION - Página12-16/01/13



Have You Ever Really Loved A Woman? (Performed By Bryan Adams) by Michael Kamen on Grooveshark

Cuando la Ames by Bryan Adams on Grooveshark

Don Juan y el “odore di femina”

La figura de Don Juan es “un sueño femenino”, el del hombre que lo tiene todo, pero también –advierte el autor– encarna el sueño masculino de “hacer mujer a una mujer, posibilitar su segundo y decisivo nacimiento: es como brindar y luego romper la copa del brindis”.




 Por Osvaldo M. Couso *
El mito de Don Juan, que nos llega desde el Siglo de Oro español, adquiere diferentes modos expresivos y diferentes desenlaces según la época histórica. Tal vez porque en ellas cambia el valor otorgado al deseo y al amor. La posición de Don Juan puede considerarse ética o moralmente cuestionable, ya que sigue los dictados de su sensualidad, sin importarle el sufrimiento que puede desencadenar en una mujer cuando ésta se enamora de él. Don Juan es un seductor que no se enamora, que sólo juega a seducir y está determinado por lo que significa placer, lo que Nietzsche denominaría dionisíaco, vinculado a lo demoníaco, la pasión y la embriaguez. El predominio del deseo por sobre el plano amoroso hace que para el seductor no cuenten los compromisos o pactos simbólicos. Para él sólo se trata de un momento, de lo inmediato. Para él un compromiso hace que el amor pierda la pureza y el encanto, absorbidos por el hábito.
Don Juan no busca en una mujer alguien excepcional o al menos singular, no busca lo que la distingue y diferencia de las otras. Por el contrario, busca lo común, lo que las iguala, lo que le permite ponerlas en la lista como “una más”.
Pero la figura de Don Juan no es unívoca; coexisten en ella aspectos contradictorios. Habría al menos dos modos de pensar al Don Juan: en un caso predomina la cantidad de mujeres seducidas y en otro el modo en que son seducidas. El Don Juan de la ópera de Mozart pertenece al primer grupo. La lista –1003– que su asistente Leporello confecciona no es un detalle menor, sino esencial. Pero hay otro Juan, magistralmente desarrollado por el filósofo danés Soren Kierkegaard en su Diario de un seductor. Allí Juan relata pormenorizadamente su experiencia a través de un diario que prácticamente puede considerarse un manual de seducción, una guía que detalla los pasos que, como en una partida de ajedrez, el seductor va ejecutando con enorme cinismo pero también con precisión milimétrica, con el fin de alcanzar el fin buscado. El seductor desarrolla su acción como un general conduce un ejército para conquistar el bastión enemigo. Una vez llegado ese momento, en un acto que podría asimilarse a una traición o un engaño, el seductor abandona a su seducidavíctima, porque considera logrado su objetivo de transformar en mujer a la virginal muchacha.
En este último modo de seducción, el seductor tiene conciencia de sus seducciones, las planifica y calcula. En el erotismo del Don Juan de Mozart, en cambio, la seducción se da de un modo inmediato y sin planificaciones ni estrategias, ni tampoco reflexión posterior para valorar los actos. El sólo sigue sus impulsos, con la meta de inmediatas satisfacciones. Todo es el momento, todo es ligereza y diversión. Puede decirse que es un verdadero esteta, disfrutando del instante y de lo que sus deseos le piden.
Lo que establece una conexión estructural entre uno y otro tipo de seductor, lo que acerca al Don Juan de Kierkegaard y al de Mozart es el momento en que, una vez logrado su éxito, abandonan a la seducida. Pero ese abandono, en el Don Juan de Kierkegaard, es, paradójicamente, un acto de amor. Es un acto tendiente a que la (ahora) mujer, soportando el desengaño, pueda librarse de la idealización que había constituido en la figura masculina. Para que la muchacha pueda olvidarlo, no vacila en ubicarse como un canalla que la ha engañado. Así la seducción, lejos de sostener una celebración de la sensualidad (como en la ópera de Mozart), o una celebración del amor y la unión de los amantes (como estaba implícito en desarrollos previos de la obra de Kierkegaard), es la obra de un filósofo o un religioso, es casi una misión de vida: la creación de una verdadera mujer.

“El lo tiene todo”

En el Seminario X, “La angustia”, puede encontrarse la idea de Lacan de que “Don Juan es un sueño femenino”. Don Juan encarna para ellas la idea de un hombre que fuera perfectamente igual a sí mismo, un hombre al que “no le falta nada”. Karl Abraham (Psicoanálisis clínico, ed. Hormé, 1959) resaltó un rasgo que es de muy general observación en las mujeres: sufren, padecen haber nacido mujeres casi como si les hubiera sucedido una desgracia. Toman su sexo como una herida, confunden diferencia con daño, con desventaja, defecto e inferioridad. Es el costado fálico de la feminidad, que se articula con la clásica envidia del pene. No es extraño entonces que ellas, aquejadas de tal “insuficiencia”, conciban la idea de ese hombre “que lo tiene todo”. Don Juan es un padre “no castrado”. Pero lo más importante es que para el fantasma femenino no se trata de impostura masculina, es decir: de un hombre que sostiene el semblante de presentarse como tal; por el contrario, para ellas él sería un hombre que “verdaderamente (sin impostura) lo es”. Lo que le da un prestigio tan importante al Don Juan es, precisamente, el hecho de que parece ser un Otro no-castrado. La (supuesta) figura de un Otro “no-castrado” desmiente la castración, las protege, a ellas también, de la castración.
Subrayemos que, para Lacan, Don Juan se toma en serio la impostura, se ubica según el fantasma femenino lo considera. Es decir que Don Juan está en lo que Lacan llama “la aceptación de su impostura radical”: se ubica especialmente para ellas, en el lugar del Otro. Ello lo condena a sostener la (supuesta) consistencia de una identidad sexual que no desfallece. Lo confunde, lo obliga a sostener a ultranza una mentira, no puede hacer otra cosa que presentarse como dotado de un falo absoluto. Casi puede decirse que cumple un deber: en cuanto huele una mujer (odore di femina), su deber de sostener la impostura del macho lo lleva a la cama de ella. Va allí más por compromiso y para hacer una demostración que por el deseo. Es el valor del odore di femina.
Por otro lado, hay un dato de la clínica, un observable: pareciera existir, tanto en varones como en mujeres, la idea de que es un hombre quien hace mujer a una mujer. Esa idea puede encontrarse en la obra del filósofo Soren Kierkegaard, quien la articula precisamente al Don Juan en In vino veritas, en Diario de un seductor y en Cartas del noviazgo. Postulo la siguiente hipótesis: Don Juan no es sólo un fantasma femenino, sino que hace a la sexuación masculina.
Es conocido el episodio de la conquista y posterior abandono de la joven Regina Olsen por Soren Kierkegaard: esa renuncia constituye un hecho muy controvertido en los medios filosóficos, ha dado lugar a debates y aun a libros enteros que tratan de explicarla y de extraer de ella la relación que podría tener con la filosofía misma de Kierkegaard. En sus Cartas del noviazgo (Ed. Siglo Veinte, Buenos Aires, 1979) hay datos al respecto. Se dice allí que simplemente por su juventud, Regina es, además de bonita, espontánea, fresca, respira salud y alegría de vivir, con un carácter franco y alborozado, que paulatinamente vive la expansión de su feminidad. Pero no es sólo eso lo que atrae a Kierkegaard: ella es “la que salva su alma del purgatorio”, la “perla preciosa”, que posee un amor para el que nada es imposible, “mi paz, mi consuelo, la fuente de mi alegría en este mundo”. Sin embargo, tanta pasión y enamoramiento culminan en que quien así parece amar a Regina Olsen rompa el compromiso. Tal conflicto es de estructura en el varón.
JeanFrançois Recanati (Intervención en el seminario de Lacan, 10473. Inédito. Ficha de circulación interna de la Escuela Freudiana de Buenos Aires) ejemplifica tal alternativa a través de Kierkegaard, en quien se manifiesta como una tensión esencial que consiste en situarse “o bien en la perspectiva temporal o bien en la perspectiva eterna”. O se es un simple individuo y uno se reconoce como participando de la masa, del orden establecido, y gracias a este reconocimiento uno evita ser confundido con ella, o se es lo que Kierkegaard llama con diferentes nombres: genio, individuo particular, individuo extraordinario, y se tiene el deber, con respecto a la eternidad, de decir no a la masa, no al orden establecido; ya que es sólo por la intermediación de estos genios que hacen su historia que la masa permanece en relación con la eternidad.
En In vino veritas, todos los discursos parecen destinados a demostrar las razones por las cuales para el varón es mejor renunciar a las mujeres. Ya sea por los cambios que una mujer implica para un hombre, al hacerlo más vulnerable e incompleto, al dejar al descubierto sus insuficiencias, al llevarlo a apartarse de su lugar de hijo para asumir el de padre y, con ello, las mayores responsabilidades. Ya sea por las características de ellas (ilusas, inconstantes, contradictorias) que hacen que “no se las deba tomar seriamente”. Ya sea porque el hombre no podrá jamás reinar sobre ellas. Por cualquiera de estas razones, el hombre, o renunciará a las mujeres, o bien se asegurará de alejar suficientemente lo “hétero” que en ellas puede aparecer. En ese sentido el texto podría considerarse una guía amatoria del varón, ya que propone la idea de que no se trata de valorar o juzgar a las mujeres, sino de gozar de ellas, de adueñarse de ellas, de seducirlas y dominarlas aunque sean, en el fondo, más fuertes que el varón.
Juan el seductor es uno de los comensales del banquete de In vino veritas. En su caso no se trata de una renuncia, sino de una ruptura posterior a la seducción consumada. Juan el seductor se define como un amante feliz. Para él las mujeres son como una copa de champaña que se disfruta a pleno. El no pretende transformar a la mujer en algo distinto a lo que es. El habla en honor a la mujer. Considera que ellas son más perfectas que los hombres. Fueron creadas por los dioses para que pudieran aprisionar, hechizar y someter al hombre, a pesar de ser en apariencia más débiles que él. La mujer es una “deslumbrante infinitud de criaturas finitas (...) un océano de fantasmagorías en perpetuo devenir”.
Para Juan las mujeres constituyen la mayor necesidad de los hombres. En ellas todo es enigmático. Son un engaño de los dioses, en el que caben todas las posibilidades y todas las delicias que, sin embargo, sólo para el hombre erótico son fuente inagotable de entusiasmo. Pero Juan destaca, además, que ellas en el fondo desean ser seducidas. Según él, sólo “el hombre erótico” conoce la delicia de gozar del engaño sin ser engañado. Ello se combina con la dicha de la mujer por ser seducida: no es cierto que ello sea una desgracia para ella, al contrario, es una gran dicha. Aunque sabe que se puede ser seducida sólo una vez. La lengua danesa lo expresa con total claridad, ya que la misma palabra significa “novia” y “ruptura”. La mujer sabe esto y se resigna. Es como si se supiera que a cada mujer corresponde un seductor y la dicha de ella consistiera en encontrarlo.
La mujer es lo único venerable de la naturaleza. Es una criatura espléndida, y lo es aún más porque no hay dos mujeres idénticas. Al revés del varón, en quien hay una esencia que es igual a todos los demás varones, en la mujer lo único esencial es lo accidental; por eso no hay dos mujeres idénticas. La figura del seductor, que postula Kierkegaard, articula admirablemente el endiosamiento, que el varón se resiste a abandonar, con la renuncia a las mujeres. El momento en que el seductor posee a la amada (es una sola vez, luego la abandona para siempre) es un instante en que se tocan el tiempo y la eternidad, en que el hombre logra trascender el tiempo terrenal.
La obra que el experto seductor hace en la mente de la muchacha es generar la eclosión de su plenitud como mujer. Así, el seductor es un dios... un dios que goza de su propia obra. Observemos que aquí se sostiene la creencia (¿ingenua?) del varón, en que puede permanecer junto al padre, bajo su protección, o rivalizando con él, o siendo como él. Esa permanencia hace creer al varón no sólo que está bajo la protección de Dios, sino que él mismo es un dios.
La mujer nace del hombre. Es un hombre quien hace mujer a una mujer, quien posibilita su segundo y decisivo nacimiento: la seducida nace a una nueva vida, es la discípula de un maestro que hace aflorar una esencia recordable por siempre. Hay una diferencia con el Don Juan de Mozart ya que aquí no importa el número de muchachas seducidas, sino la profundidad y sutileza del manejo seductor a los fines de lograr esa explosión de lo femenino en una mujer, así como el dominio absoluto sobre el corazón de la muchacha. Kierkegaard ejemplifica la relación del seductor con lo femenino mediante una alegoría: hay en las montañas dos rocas que se extienden sobre un abismo, aunque sin alcanzar a cubrirlo por completo. Nunca nadie se había atrevido a saltar de una roca a la otra. Sólo lo hizo una muchacha. Dice Kierkegaard: “El salto de la mujer es un elevarse en el aire. Y al alcanzar el otro punto no se nos aparece cansada por el esfuerzo. Pero es más bella y está con el alma más llena de luz en el momento que nos manda un beso de arriba del abismo. Joven, fresca como una flor de la montaña, apenas abierta, ella se estremece sobre aquel remolino que a nosotros nos parece negro y lleno de horror. (...) dejarse arrastrar en el torbellino de lo infinito”.
El seductor transforma a esa mujer, haciendo aparecer una “esencia femenina”, haciendo aflorar una verdad que estaba oculta. Una vez logrado eso abandona su obra, no quiere ya esa verdad que ha develado. La ruptura es central en la relación con lo femenino. “El amorrecuerdo es el único feliz”, dice Kierkegaard. Es como brindar y luego romper la copa del brindis, realizar la apetencia, consumir el objeto hasta llegar a su aniquilacióndestrucciónnegación misma.
Tal vez podría considerarse en el mismo sentido otro ejemplo que propone Kierkegaard en Temor y temblor: un joven queda prendado y obsesionado por una princesa, amor que no puede llevarse a la realidad. Pero se niega a encontrar otra joven con la que podría tener un matrimonio más común. Sigue fiel a su obsesión, como quien ha bebido la copa de veneno y siente, con increíble voluptuosidad, cómo el veneno va penetrando en cada gota de su sangre. Por un momento maravilloso e inolvidable, vida y muerte se amalgaman para él.
El gesto de partir es esencial en la lógica de Kierkegaard, ya que pone un límite a la temporalidad en que vivimos. El gesto también es un salto, es el salto mediante el cual el alma abandona los hechos siempre relativos de la realidad y alcanza una certeza eterna. Es el salto por el que lo absoluto aparece en la vida, fijando un instante que, apartado del devenir temporal, queda para ser recordado.
Ese gesto es la profunda razón que explica aquello que había interesado a Recanati y a Lacan cuando estudiaban la sexuación. Es el gesto el que mantiene el “endiosamiento” del varón, ya sea renunciando al amor de las mujeres o amándolas pero abandonándolas luego (coagulando para siempre un dominio sobre ellas), reduciéndolas a consagrarse al “culto” (discretamente fetichista) del “DiosFalo”. El endiosamiento obtura la posibilidad de la angustia. Pero ese efecto tiene un costo altísimo. Hay un viaje que el varón que renuncia a las relaciones con los “héteros” nunca podrá emprender.
* Texto extractado del trabajo “¿Es Don Juan un fantasma femenino?”, cuya versión completa puede leerse en www.elsigma.com

viernes, 3 de enero de 2014

MONDOVINO - El Documental completo

Es mi primera propuesta de 2014 : Ver este documental ( o conseguir el DVD,etc)
En Argentina, para quienes conocen Salta y las Bodegas Etchart ( Etchart Privado ) puede la gente apreciar lo bonito que piensan los Etchart de los habitantes originarios de Cafayate; "una perlita". Pero eso no es todo.
El vino ha muerto ?















Dirección: Jonathan Nossiter
Año: 2004
País: Francia
Reparto: Albiera Antinori, Allegra Antinori, Lodovico Antinori, Piero Antinori, Isanette Bianchetti, Jean-charles Boisset
Duración: 135 minutos





Sinopsis: Desde los todopoderosos millonarios de Napa, California, pasando por las rivalidades entre dos dinastías aristocráticas florentinas, hasta las batallas de tres generaciones de una familia borgoñesa, que se obstina en conservar sus pocas hectáreas de viña, Mondovino pone en escena a lo largo de tres continentes las sagas del mundo del vino. Pero todas estas luchas, ¿acaso no son secundarias frente a las hazañas de un pícaro corsario de Burdeos que lleva alegremente la palabra de la modernidad de Italia a Argentina pasando por Nueva York? El vino es el símbolo de la civilización occidental desde hace milenios.
Una sirena suena en la costa de Cannes: "Será que Harvey Weinstein se ha despertado", afirma Jonathan Nossiter mientras saborea un café expreso doble. El documental de Nossiter, 'Mondovino', va a estrenarse en el festival de Cannes, y el director de cine, que vive en Manhattan, ya está inquieto. Sorprendentemente, la segunda profesión de Nossiter es la de comprador de vino para varios restaurantes de Manhattan. En 'Mondovino' se enfrentan sus dos pasiones gemelas: el cine y el vino. El documental se presentó como una visión general del mundo vinícola, pero ése no es el motivo por el que Thierry Frémeaux, director artístico de Cannes, se mostró tan entusiasta con su proyección en el festival. De un modo intrincado e indirecto, 'Mondovino' toca aspectos que despiertan pasiones entre los franceses: la globalización, el ascenso del fascismo, la creciente estandarización de la cultura y el imperialismo de EEUU (en este caso, del valle de Napa).

Nossiter, personaje introvertido y pensativo que elige las palabras con sumo cuidado, no es Michael Moore, pero comparte muchas de sus preocupaciones. El documental, según explica, trata sobre lo que ocurre "cuando una concentración excesiva de poder queda en manos de unas pocas personas"...
La idea de rodar 'Mondovino' se le ocurrió cuando se encontraba en Europa participando en una gira de catas; entonces decidió explorar las relaciones entre padres e hijos y madres e hijas para investigar cómo se transmite el conocimiento entre las distintas generaciones. "No se trata únicamente de transmitir una determinada forma de hacer vino, sino de una forma de vivir la vida", observa. "El vino es complejo; es lo único que hay en la Tierra tan complejo como los seres humanos".
El proyecto fue creciendo lentamente. "Se empieza con un problema humano muy sencillo y enseguida se amplía hacia los problemas nacionales e internacionales... Los problemas del mundo del vino son reflejos de los problemas generales del mundo: políticos, culturales, económicos y simplemente humanos", dice. Nossiter recuerda que la producción de vino evolucionó lentamente y de forma natural en todo el mundo durante miles de años, "encontrando una bella complejidad y una diversidad de expresiones a través del cultivo por parte del hombre y el trabajo de la naturaleza". Sin embargo, esa lenta evolución está amenazada desde hace 15 o 20 años.

El valle de Napa es en buena parte responsable de ese cambio. Nossiter afirma que, del mismo modo que Hollywood realiza películas anodinas y sujetas al mismo patrón, los viñedos californianos producen vinos con muy poco carácter. "Está pasando algo muy peligroso; lamentablemente, cada vez hay más vitivinicultores europeos que adoptan enfoques 'sencillos' y traicionan sus raíces. Producen vinos fáciles de beber, de estilo internacional y sin carácter. Es una especie de 'macdonaldización'".
En 'Mondovino', las líneas del frente se presentan sin dobleces. Los héroes son los pequeños productores con unas cuantas hectáreas, cuyos vinos son un reflejo de la tierra donde se cultivan. Los villanos son hombres como Michel Rolland, el asesor en enología más importante del mundo; la familia Mondavi, de California, que produce más de 100 millones de botellas desde Napa hasta Chile y desde Australia hasta la Toscana; las familias aristocráticas italianas y francesas que, despreocupadamente, "han abandonado su amor por la tierra" y se la venden a los Mondavi o se la alquilan a Rolland; e incluso Robert Parker, el famoso crítico enológico, cuyos gustos tienen un efecto directo en las formas de producir vino.
A pesar de ello, Nossiter se resiste a cualquier intento por encasillar su película como una simple crítica de los grandes negocios, a las posibles teorías conspiratorias sobre la amistad entre Rolland y Parker y a aumentar la brecha entre la 'vieja' Europa y Estados Unidos. "Es una cuestión complicada. Con frecuencia, Hollywood, con sus grandes estrellas, produce películas más radicales que las que proceden del sedicente 'cine de autor' francés; personalmente, prefiero ver 'Matrix' antes que lo de muchos 'autores'; y esa misma complejidad está presente en el mundo del vino.»
Nossiter no se toma demasiado en serio. El documental se rodó con una cámara digital manual, y prácticamente en la totalidad de las secuencias se aparta un momento de las personas que entrevista para mostrar algún detalle cómico. En la escena de la visita a Parker incluyó constantes imágenes de fondo de uno de los perros más viejos y malolientes del crítico: "Pasamos un día maravilloso con él; a Parker y a mí nos gustan los perros flatulentos, y fue él quien rompió el hielo. Al parecer, todos sus perros son grandes pedorros", recuerda. Pero a pesar de que Nossiter insiste en que no intentaba juzgar a nadie y en que trataba a todo el mundo con idéntico respeto ("¿cómo no voy a sentir simpatía por alguien que parte el pan conmigo?"), es evidente dónde están sus lealtades.

Hacia el final de la película, Nossiter muestra escenas de nobles italianos que elogian a Mussolini (un viejo conde afirma, sin un atisbo de ironía, que "logró que los trenes llegaran a tiempo") y de acaudalados californianos que hablan sobre sus vendimiadores mexicanos como si fueran esclavos. Mientras tanto, en Argentina, los productores se deshacen en nostálgicos elogios hacia el general Perón y se burlan de los "perezosos" campesinos indígenas que se niegan a vender sus tierras y abandonarlas.
Nossiter visitó a uno de esos campesinos y se encontró con un hombre que vivía en la miseria y que luchaba heroicamente por mantener su negocio; aunque apenas ganaba para comer, producía un vino delicioso que compartió con el director.
Aunque Nossiter se muestra cauto a la hora de criticar directamente a Rolland o a los Mondavi, no tiene tantas reservas en lo relativo a los críticos de vinos. El simple hecho de pensar en ellos basta para que adopte una mueca de disgusto: "El sector del vino padece dos enfermedades terribles: su imperdonable esnobismo y su pretenciosidad; en el documental no oirá ni una sola vez ninguna de esas tonterías sobre el aroma a moras o a prendas interiores femeninas ni la palabrería típica que esos supuestos 'expertos' emplean para evitar que el vino se considere una simple bebida que sabe bien".
Nossiter atribuye su desconfianza hacia las autoridades e instituciones a su pasado. Es hijo de un corresponsal en el extranjero, Bernard D. Nossiter, que escribía para el 'Washington Post' y el 'New York Times'. En cierta ocasión, cuando su padre se encontraba en Londres, se enfrentó a las autoridades británicas: "A mi padre no le daba miedo denunciar los abusos de poder, y estuvieron a punto de echarnos de Inglaterra porque reveló que muchos corresponsales británicos en el extranjero de la época trabajaban a sueldo de los servicios secretos. En el 'Times' y en el 'Telegraph' se alzaron voces que pedían que lo expulsaran del país por revelar secretos oficiales".








Aunque duda que 'Mondovino' tenga consecuencias tan graves como ésa, espera que la película "sacuda" a los esnobs y provoque un acalorado debate sobre la trayectoria del mundo del vino. "Hay demasiada complacencia y amiguismo", denuncia. "La mayoría de la gente está muy mal informada sobre muchas verdades evidentes del mundo del vino".
En la primera parte del documental, uno de los entrevistados afirma que "donde hay vino, hay civilización". Es un sentimiento que comparte Nossiter, aunque advierte de que debemos mantener cierta perspectiva. En comparación con los abusos y las injusticias que se cometen, los problemas que sufre el vino son intranscendentes: "Es un mundillo irrelevante", reconoce. "En el mundo del vino no hay cuestiones de vida o muerte".

'Mondovino' ya se ha catalogado en Cannes junto a documentales como 'Fahrenheit 9/11', de Michael Moore, y 'Super Size Me', de Morgan Spurlock (que critica a McDonald's). Nossiter se muestra filosófico ante la evidencia de que su documental de bajo presupuesto se presente como una película de protesta política: "El mero hecho de que se esté hablando de él me llena de alegría", afirma mientras la sirena vuelve a sonar.
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Orígen : http://www.metacafe.com/watch/7707158/mondovino_vos/