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lunes, 4 de agosto de 2014

Israel ya perdió la guerra


En estos últimos días, posteé numerosos documentos sobre el holocausto palestino.
Antes que nada, movido por la rabia y la impotencia. Yo también "se que cansa oir hablar a un triste", y hubiere querido evitarles esta serie de notas, fotografías, editoriales; que transforman el blog en una extención de los diarios y portales de noticias.
Si ya están en los diarios, y en los portales...para qué sumar todo esto, que no es mas que copiar y pegar, a un blog con no muchos seguidores ?
Bueno, es una forma de dejar constancia. Constancia para mis nietos.
Ocurre que desde que nació Zai, mi primer nieto; fui haciendo una serie de posteos a modo de dejar para futuro un especie de epistolario, diría, anotaciones para cuando crezca y quiera conocer un poco mas de quién fue su abuelo. Como pensaba. Que actitud tenía ante la vida y los acontecimientos. Y dejar detalles, que de otra manera se borrarían como ocurre normalmente en las memorias, o quedan como en una nebulosa.
Años atrás había la fotografía. Documentos de el paso del tiempo y retratos de momentos bellos, cotidianos, rostros que se fueron marchitando. Corazones que se fueron perdiendo. Luego las películas, ya al alcance de casi todos. Las diapositivas, las cintas, y el uso todavía útil del arcón de los recuerdos. Porque un baúl tenía sentido tener en un altillo, en algún rincón; atesorando retazos del pasado.
Cuando llega la red, esta tecnología nos permite acumular información, contenidos, documentos, en "un lugar fuera del tiempo y el espacio. En otra dimensión". Seguro que en años, siglos, podrán encontrar nuestros descendientes mucho mas de lo que podemos encontrar nosotros de los nuestros, de esas personas que pasaron por la vida dejando apenas un par de fotografías, unas hojas con poemas, algún viejo documento que detalla mezquinamente el ejercicio de la ciudadanía de quien, puso mas que sangre, sudor y lágrimas en los surcos simientes de nuestra tierra, en la germinal geografía de nuestra patria.
Hablando de gente común, de paso... de andar tranquilo y sin tanta gloria, que cuando llega el día del último viaje, los encuentras a bordo, ligeros de equipaje, casi desnudos como los hijos de la mar.
Qué suerte tengo de no haber tenido un abuelo que ganara una batalla!"
Decía, que mis nietos podrán saber como vi, como viví aquellas instantáneas de la vida, y cuanto dolor me causaron las terribles pesadillas que nos han hecho pasar siempre los poderosos, los miserables comerciantes de armas, los imperialistas, los cero-humanos.
Me he puesto muy triste estos días, y no quiero contagiarlos mas.
Entonces, este es el último post que subo en realción a la masacre de Gaza. Con la intención de reforzar mi idea expresada hace semanas: Ya Israel perdió la guerra.


EL MUNDO › ENTREVISTA AL EXPERTO BEINUSZ SZMUKLER

“La política de Israel es suicida a largo plazo”

Szmukler estuvo en Gaza hace casi trece años como parte de la misión de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas. Cree que nada cambió desde entonces.
 Por Gustavo Veiga

Estuvo en la Franja de Gaza hace casi trece años y para Beinusz Szmukler es como si la hubiera visitado ahora. ¿Por qué? “Porque nada cambió”, dice. Integró la misión de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas (AIJD), una ONG de Naciones Unidas con status consultivo que en octubre de 2001 concluyó que “el Estado de Israel viola los derechos humanos y civiles del pueblo palestino y el derecho humanitario, en transgresión de los parámetros internacionales en la materia y a su condición de miembro de la ONU”. Su voz es una voz crítica, pero sobre todo comprometida y dolorida por su condición de judío que, afirma, se reconoce en una historia y una cultura que no es la de las bombas.
–¿Por qué sostiene que nada cambió desde su viaje en 2001 hasta hoy?
–Conceptualmente, nada cambió. El problema se va agravando siguiendo la misma línea. Con esto quiero decir: hay una línea coherente de todo orden. Yo le diría que es hacerles la vida imposible a los palestinos para echarlos y tratar de sacarlos de Israel, algo que es muy complicado porque hay como un millón de árabes viviendo dentro de las fronteras del país. A ellos les generan discriminación permanente, dificultades de todo tipo en la vida cotidiana. Y a los que viven en los territorios les manejan el agua, la luz, la posibilidad de tener trabajo, la circulación, la relación entre la gente que vive en Gaza y Cisjordania, porque no hay frontera común.
–Díganos algunos ejemplos.
–De pronto les cierran una calle y no tienen cómo salir de su casa. Vivir en Gaza y Cisjordania es vivir en un territorio ocupado por una fuerza militar extranjera. En un viaje que hicimos en Cisjordania y que debía ser de 15 minutos tardamos una hora porque nos pararon en cinco check points. Estuvimos con una familia palestina que en la terraza de la casa tenía instalados unos colonos israelíes.
–Las normas jurídicas con que los palestinos son controlados a diario, ¿tampoco se modificaron?
–No, que yo sepa. Inclusive la Corte Suprema israelí había admitido la tortura con el argumento de que se trataba de evitar actos de terrorismo que podían significar la pérdida de vidas humanas. Esto es una cosa casi exótica. La tortura existe en infinidad de países, pero que un tribunal de justicia diga: ah, no, en este caso se puede aplicar. No lo conozco.
–Si comparáramos el informe de 2001 con uno que pudiera realizarse hoy, ¿usted cree que los datos que arrojaría serían casi los mismos?
–Para mí no cambiaría nada, al contrario, cada día hay más elementos. Este ataque es muy superior a los anteriores. No sé hasta dónde la comunidad internacional va a seguir con esta política de decir: protestamos pero no tomamos ninguna medida. Nosotros en el informe que hicimos señalamos cada una de las violaciones que se cometen, es decir, las torturas, las ejecuciones sumarias, las detenciones ilegales, políticas discriminatorias propias del apartheid. Hay violaciones a los derechos humanos dentro de los territorios palestinos a los que les cabe claramente la figura de genocidio.
–¿Está más cerca de lo que sostuvo Marco Aurelio García, el principal asesor en temas internacionales de Dilma Rousseff, quien definió la intervención de Israel como genocidio, que de la propia presidenta de Brasil, que habló de masacre?
–Son dos cosas distintas. La masacre puede no implicar una política global de destrucción de un pueblo. En cambio, esto tiene todas las características de suprimir a un pueblo o a una parte de ese pueblo. Yo diría que lo más grave es lo que se hace al margen de las normas y casi le podría decir que hay una anomia, no hay normas.
–¿Parece imposible poner fin a los bombardeos indiscriminados sobre la Franja de Gaza si la comunidad internacional no se decide a actuar?
–Hay una gran responsabilidad internacional en este tema. Yo soy judío y la verdad es que me hace sentir muy mal que esta política pueda identificarse como de los judíos. Porque no tiene nada que ver con la historia de nuestro pueblo, con su cultura. En el informe de 2001 hay una parte histórica que redacté y que cierro con una nota que escribió Juan Gelman en donde contaba cómo se sentía con esta política del Estado de Israel. Que lamentablemente utiliza el Holocausto para aplicar políticas que pueden ser asimiladas muy bien a las del nazismo. Esta es la verdad. Hay una idea de raza superior en el gobierno, porque para lograr que determinada gente actúe de la manera en que lo hace, como los colonos, las fuerzas armadas y los tribunales israelíes, se requiere de un convencimiento del que está actuando para hacerlo de esa manera.
–¿Qué papel debería cumplir la ONU?
–Por empezar, las Naciones Unidas deberían mandar una fuerza internacional que se ubique en el lugar e impida que esto continúe. El Consejo de Seguridad tiene la obligación de tomar todas las medidas para garantizar la seguridad y la paz internacional. Además, la política del gobierno de Israel es una política suicida a largo plazo. Porque genera el odio de todos los estados que la circundan. Es como si usted, en la casa en que vive, estuviera peleado con todos los vecinos, el de al lado, el del costado y el de atrás. Por más que usted se cuide, en algún momento lo van a agarrar.
–El apoyo que tienen en Israel los bombardeos sobre la Franja de Gaza, ¿es la consecuencia de un corrimiento hacia la derecha de su sociedad que avala masivamente estas políticas?
–Hay que decir que el accionar terrorista de Hamas o de otros grupos es funcional a la derecha israelí, claramente. Eso facilita la propaganda para lograr el objetivo del gobierno de Netanyahu. Existe una transformación en la sociedad israelí. Hubo un período en que la gente más progresista de Israel era muy fuerte, con movilizaciones de decenas de miles de personas. Todo eso se ha deteriorado por la propaganda y por los cohetes que caen sobre el país que, en realidad, prácticamente no causan daño.
–¿Hasta dónde es responsable Estados Unidos como socio político de Israel en las acciones que ésta emprende?
–Los mexicanos tienen una frase que dice: el que tiene la plata pone la música. Es de suponer que si Estados Unidos dijera: si usted hace esta política vamos a suspenderle esto, esto y esto, yo creo que eso tendría efecto sobre Israel. La responsabilidad de Estados Unidos es innegable por el peso que tiene en el mundo, además.
–Y para usted, ¿qué deberían hacer países como los de Latinoamérica y la Argentina en particular?
–Primero, hay que seguir peleando por el cumplimiento de los principios y objetivos de la ONU. Que es lo que hay. Pero más allá de eso, las naciones latinoamericanas, asiáticas, de mínima, deberían retirar los embajadores de Israel, como acaba de hacer Chile, y plantearse la ruptura de relaciones y la aplicación de sanciones como se practicó en el pasado con Sudáfrica. Debería hacerse sentir el aislamiento internacional. Eso no sólo tendría efecto en el gobierno israelí, también lo tendría sobre su sociedad.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-252181-2014-08-04.html

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